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Bertín Osborne lamenta la situación de su hijo Kike: «No puede viajar»

Ya han pasado casi dos meses desde que el presentador de Mi casa es la tuya y Fabiola Martínez anunciaran su separación tras casi veinte años de matrimonio. Aunque han tomado caminos separados, siguen juntos en la tarea más importante de sus vidas: cuidar y criar a los hijos que tienen en común. Es la socialité quien está con los menores a tiempo completo, aunque Bertín Osborne puede verlos siempre que quiera. El madrileño se ha abierto en canal durante una entrevista y ha explicado cómo lleva la distancia con ellos, lamentando que las circunstancias especiales del pequeño Kike no le permiten pasar tanto tiempo con él como le gustaría. ¿Quieres enterarte de todo y conocer más detalles? Sigue leyendo, te lo contamos a continuación.

Bertín Osborne lamenta la situación de su hijo Kike

Bertín Osborne Fabiola Martínez y su hijo Kike

> Cuando el presentador y la socialité se separaron, ambos acordaron que ella se quedaría en la casa de la capital junto a los dos chicos, mientras que él prefirió hacer una nueva vida en la ciudad bañada por el Rio Guadalquivir. Se trata de un cambio drástico al que le costará acostumbrarse, especialmente en lo que a la relación con sus hijos se refiere. Su amigo le ha preguntado en la entrevista publicada en La Razón si, a pesar de la separación, sigue viéndolos de forma frecuente, y Bertín Osborne ha contestado que sí. «Todas las semanas. Ellos viven en Madrid y yo en Sevilla, pero les veo muchísimo. Tenga en cuenta que yo viajo a Madrid asiduamente. Y mi hijo Carlos viene a Sevilla«, ha explicado el cantante. Sin embargo, ha lamentado que la especial situación de Kike hace las cosas diferentes y que el pequeño no puede pasar largas temporadas con él en la capital hispalense.

«Kike no está en condiciones de viajar para estar conmigo un par de días. Prefiero ir yo. La realidad es que buena parte de mi trabajo se desarrolla allí», ha señalado Bertín Osborne en su entrevista. El pequeño nació con una lesión cerebral provocada por una infección bacteriana, y aunque al principio los médicos aseguraron que no podría hablar ni moverse, el afán de superación del pequeño y el ímpetu que han puesto sus padres han conseguido que avance muy positivamente.