Asraf Beno ha visitado el plató de Viva la vida para contestar a la gran pregunta que surgió a raíz de la entrevista de su novia Isa Pantoja en Sábado Deluxe. ¿Le parece bien que si la tonadillera le dijera a su hija ven, lo dejara todo por ella y se encerraría en Cantora? Su respuesta nos ha dejado atónitos aunque esto no fue ni por asomo lo mejor de la conversación en tono burlón que mantuvo en todo momento con Emma García. Habló más de la cuenta e incluso tuvo una actitud tan maleducada que la presentadora no pudo evitar recriminarle cuál era el motivo del tono que estaba usando. Ahora sabemos que Ana Rosa Quintana no estaba tan mal encaminada cuando Asraf la recriminó haberle dejado sin trabajo. “Es una persona a la que solo le importa su ego y su orgullo”, llegó a decir la periodista. ¿Declarará Emma García esta vez algo similar? Sigue leyendo porque te contamos todo lo que pasó al detalle.
Isabel Pantoja y Kiko Rivera podrían haber tenido un encuentro según Asraf Beno
> Asraf ha metido la pata hasta el fondo. Se ha enfangado por no pensar antes de hablar y ha desvelado algo que podría ser muy revelador en la guerra aún abierta entre Kiko Rivera e Isabel Pantoja por la herencia maldita de Paquirri. «Yo me entero que me han quitado de mi herencia y me lo han estado ocultando y no sé cómo me lo tomaría. Diría que me han traicionado», comenzaba a contar antes de abrir un melón. «¿Tú no hubieras hablado antes con tu madre para hablar las cosas?», le ha preguntado Isabel Rábago, a lo cual Asraf ha contestado con boca pequeña: «A lo mejor ya se ha sentado con su madre, ¿no?«, dijo buscando una mirada cómplice de Irene Rosales, que también estaba en el lugar, sabiendo que había hablado más de la cuenta.
Pronto Irene le echó un cable y desmintió que eso fuera verdad. «Kiko lo único que ha visto ha sido los trajes de su padre el día 2 de agosto, Kiko va al Deluxe y su madre entra por teléfono, una vez se va enterando de todo va a La herencia envenenada», aclaraba esta muy nerviosa. Los colaboradores no tardaron en darse cuenta de que ahí había gato encerrado y preguntaban al marroquí por qué miraba tanto a su compañera. «La miro porque no quiero cagarla», Emma muy avispada entendió todo lo que estaba pasando y espetó: «No quiere meter la pata pero vas por el camino…».
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