Omar Montes ha vuelto a liarla con Isabel Pantoja y todo lo que rodea su mundo. También, aunque esté ahora menos apegado a ella con su hijo Kiko Rivera, el cual tiene o más bien podríamos decir tenía, una magnífica relación de amistad con el cantante. Es tal su aprovechamiento mediático para beneficiarse de su buena afinidad con esta famosa familia actualmente en guerra que ha vuelto a hacer de las suyas para sacar una buena tajada. Kiko Rivera le ha soltado una advertencia que ha hecho pública en redes. Si bien no ha sido directamente, ha tenido un intermediario que actualmente estaría muy cerca de Montes. ¿Quieres saber todo lo que le ha soltado? Te aseguramos que te vas a quedar impactado, quédate con nosotros porque te contamos la última hora al detalle.
Saca buen partido a la supuesta muñeca robada de Cantora
> Omar Montes acudió a una entrevista en La Resistencia de Movistar Plus con una clara intención, dar de qué hablar. En una bolsa de papel opaca de color marrón llevaba al presentador un regalo que, para sorpresa de todos, le haría especial ilusión, un regalo que tenía una historia muy inquietante detrás. “Tú sabes que vengo de barrio, de lo malo, y cuando veo que algo está medio vacío me lo llevo”, comenzaba a decir segundos antes de sacar una muñeca vestida de rosa asegurando que la había robado en una de sus visitas a la casa de la Pantoja.
No es la única vez que ha aprovechado el tirón de su ingeniosa peripecia. Ahora vuelve a retomarlo en uno de los anuncios promoción para Amazon Prime del nuevo Internado Las Cumbres. Una clase tutorizada por Pedro Aguado, más conocido como hermano mayor donde con algunos de los personajes más conflictivos de la televisión, Saray de Masterchef, el pequeño Nicolás, Dakota Tárraga y Omar Montes. «Profe profe yo también te he traído un regalinchi» decía Omar a la vez que sacaba de una segunda bolsa una muñeca de porcelana muy similar a la que entregó a Broncano, «pero esta vez no la he robado de Cantora, que me estoy reformando, ¿a que mola? «, aclaraba guiñando un ojo. Un gesto que no ha gustado nada a un buen amigo suyo.
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