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Gustavo González, hundido por su propia torpeza: las traiciones que han destrozado su reputación

Gustavo González lo ha perdido todo: compañeros, trabajo y familia. El periodista vivió una crisis laboral que le obligó a saltar a primera línea mediática, y convertirse en el centro de la noticia. Desde entonces, ha estado obsesionado con recuperar el estatus que perdió y, para conseguirlo, no ha dudado en traicionar a todo el mundo que se cruzaba por su camino. Gustavo González está más solo que nunca, sus antiguos amigos han amenazado con demandarle, y nadie de su entorno confía en él. El periodista ha tenido enfrentamientos con las personas más importantes de Telecinco, y mucha gente asegura que sus días en televisión están contados. Actualmente, colabora en Sálvame, y ningún miembro del equipo va a echarle de menos cuando sea despedido. Ha vendido a sus grandes amigos para impedir que ocurra, pero, su peor pesadilla, está a punto de hacerse realidad.

Iker y Sara, traicionados por la ambición del periodista

Gustavo González en GH

> Gustavo González estaba deseando dejar atrás los conflictos que sufría en televisión. Así que, negoció con la revista Semana una noticia que prometía devolverle todo el prestigio que había perdido. Diego Arrabal fue el primero en destapar el escándalo. Recordemos que, durante un tiempo, trabajaron juntos y no terminaron muy bien. Así que, el fotógrafo aprovechó para vengarse de su antiguo socio. Gustavo González es muy amigo del futbolista y, según Diego Arrabal, se aprovechó de esta relación para obtener una información privilegiada y luego venderla. “Iker Casillas era consciente en todo momento de lo que se iba a escribir, de lo que se iba a plasmar. Yo le avisé”, aseguró el colaborador de Sálvame.

Gustavo González estuvo muy afectado con este tema, pues el público se olvidó de hablar de sus méritos profesionales para comentar su falta de moral. Todo esto fue por culpa de Diego Arrabal, así que el colaborador no tardó en arremeter duramente contra él. “A mí no me va a dar nadie lecciones de ética, y menos mi excompañero Diego Arrabal. Tengo la conciencia muy tranquila”, declaró al respecto. El equipo de Sálvame puso en duda los méritos de Gustavo, pues estaban seguros de que no estaba contando toda la verdad. Más adelante, el periodista terminó desvelando el origen de todos sus males para recuperar el favor de sus compañeros: “mi problema es que soy muy indiscreto”.