La cirugía plástica es una adicción, muchas famosas son adictas al bótox. No pueden vivir sin pasar por el taller al menos una vez al año. En busca de la eterna juventud y de mostrar al mundo una imagen más acorde con sus pensamientos infantiles, van en busca de los mejores doctores. Salir por televisión o mirarse en el espejo es todo un reto para ellas.
Son ese tipo de mujeres que necesitan estar siempre igual. Realizan un viaje en el tiempo para tener la misma cara que a los 20 años o mejorar ciertos aspectos de su cuerpo. Botox, blefaroplastia, aumento de pechos y labios, todo les parece poco. Una vez se sientan en la silla del cirujano se dejan llevar por la imaginación.
Los cirujanos son como las hadas madrinas de los cuentos. Todo es posible si se tiene la cartera llena y tiempo para una buena recuperación.
Belén Esteban
De la Princesa del Pueblo poco queda ya. Su rostro ha sido más que modificado. Es imposible no reconocer las múltiples operaciones que se ha realizado. Como todas, el aumento de pecho que le permite tener los atributos siempre en su lugar. Un poco de bótox tampoco le viene nada mal.
Pero lo más destacable de su rostro fue la controvertida operación de nariz. Algo que según dicen fue debido a un problema con el tabique. Después de aquella intervención su cara no ha vuelto a ser la misma. La simetría brilla por su ausencia en un rostro que difícilmente puede ocultar su edad.
Un tipo de cirugía que la hace artificial y aleja a la Esteban de aquella mujer de sus primeros años.
Carmen Cervera
Tita fue Miss Mundo en el año 1961. Su mente sigue anclada en aquella fecha pero su cuerpo ha seguido avanzando este medio siglo. Para seguir viendo en el espejo a esa jovencita que conquistó a Tarzan y a uno de los hombres más ricos del mundo. Tita Cervera no duda en pasar por el quirófano las veces que sean necesarias.
Unos pómulos más grandes a modo de Heidi y unos labios también in crecendo, es la base sobre la que se sustenta el rostro de Tita. El bótox ya es algo recurrente en esta mujer, eliminan las arrugas pero también la expresión de su cara. El resultado resulta bastante distinto del esperado.
La edad no perdona y más cuando tienes una genética que no te acompaña.
Isabel Preysler
La filipina más famosa de este mundo tiene la cara de una jovencita de instituto. Dice ella misma que no se hecho nada: Simplemente cuida la alimentación y hace ejercicio de fuera regular. Si fuera así, quedaría algo de aquella joven que se caso con el hombre que más hijos ilegítimos tiene en el mundo.
Nada menos que un lifting cervicofacial, relleno de pómulos, rinoplastia, extracción de las bolas de bichat de las mejillas y un sinfín de operaciones a la carta. Todo es poco para la Preysler que vive en un mundo de amor y felicidad al lado de su recién estrenado marido y premio nobel.
Isabel acabará teniendo el premio Nobel de mujer más bien operada de la historia de España.
Carmen Lomana
Se sitúa detrás de la Preysler porque no tiene el mismo caché, pero la Lomana sabe mucho de cirugías. Esta mujer dicen que está cerca de los 70 años, aunque aparente un poco más de 40. Su cirujano es de los mejores de su clase, tiene unas manos mágicas capaces de dar como resultado el rostro de la socialité.
Parpados, pómulos y labios y mucho, mucho, mucho bótox, el suficiente para no tener ni una arruga en el rostro. Lomana cumple su objetivo de mantenerse perfecta con una buena dieta, ejercicio y tratamientos estéticos constantes. Su dinero está bien invertido, la clase que posee hace el resto.
Lomana podría dar un máster de operaciones estéticas para ayudar a mujeres como ella a mantenerse en los 40 para siempre.
Ana Rosa Quintana
La reina de las mañanas no quiere que el tiempo pase para ella. En su caso es mucho menos radical que el resto de las famosas. Aunque quiere mucho al bótox, una parte importante de su rostro que se aplica religiosamente cada año. También ha probado con otras alternativas menos agresivas.
Los despigmentadores faciales hicieron que su rostro lleno de pecas se despejará un poco. Esas manchas típicas de la edad desaparecieron como por arte de magia. Si además lo combinas con un poco de mesoterapia, da como resultado una Ana Rosa que demuestra su edad, pero atenúa su defectos más marcados.
Una forma de evitar el paso del tiempo que solo una maestra como Ana Rosa Quintana puede ejercer.
Lara Dibildos
La hija, eterna aspirante a actriz de éxito, de Laura Valenzuela quiere que el mundo la recuerde por su cara siempre inmutable. No quiere perder esa energía que la he llevado a escenarios y platós de este país. Mantener su atractivo natural ha sido una de las causas para buscar en lo artificial de Lara Dibildos.
Como en el resto de sus compañeras de profesión Lara empezó poco a poco para acabar teniendo un bono 2×1 de su cirujano. Un aumento de labios más que evidente y cada vez más exagerado. Una nariz cambiante a lo largo de los años y un exceso de botox que se traduce en un aspecto de mujer mayor.
Lara Dibildos es uno de esos casos en los que el botox no funciona demasiado bien.
Ana Obregón
La edad de Ana Obregón ha sido toda una incógnita hasta hace poco. Esta mujer tendría que estar jubilada físicamente, aunque su mente sea la de una colegiala enamorada de la vida. Sabemos que la Obregón es una amante de las intervenciones estéticas que cuida y realiza con el máximo cuidado.
Dicen que se sacó dos costillas para poder parecer más delgada en su posado veraniego. La verdad es que el aumento de pechos y el botox parecen las dos intervenciones más evidentes. Ambas se suman unos pómulos y nariz sospechosa, que le dan a Anita la cara de una niña de mediana edad.
La Obregón no sería la misma sin su cirujano muy entregado a la causa de mantenerla siempre perfecta.
Elsa Pataky
La Pataky es toda una triunfadora en Hollywood y en la vida. Atrás queda aquella adolescente de “Al salir de clase”, ahora es la señora del todo poderoso Thor. Convivir con un semi dios debe ser entretenido, pero no hubiera llegado hasta él, sino hubiera pasado por el quirófano previamente.
Dicen que la belleza está en el interior, pero con un buen bisturí la pueden sacar de inmediato. Un aumento de pecho, para no pasar desapercibida entre el resto de las rubias de California. Un pequeño retoque en los pómulos, la clásica rinoplastia y resección de las bolas de bichat han dado como resultado un rostro angelical.
Quien algo quiere, algo le cuesta. Esta frase es la que se ha debido repetir la Pataky cada vez que pasaba por el quirófano.