Este 2017 está siendo el año de las joyas, el lujo y la ostentación de la Casa Real española. El inició llegó el pasado mes de febrero, cuando visitaron España Mauricio Macri y Juliana Awada. Fue entonces cuando el Palacio Real vivió una gran noche de gala.
Pero no ha sido la única: el pasado lunes, con motivo del viaje de Estado del presidente de Israel en nuestro país y su esposa, Nechama Rivlin, el salón real se convirtió de nuevo en escenario de un gran despliegue de coronas, brillantes y boato: símbolo del reinado de doña Letizia durante estos últimos meses.
Tiara Floral, su joya favorita
Para esta última y especial ocasión, doña Letizia ha recuperado de su armario una de las grandes prendas que en su día le realizó Lorenzo Caprile. Se trata de una falda de seda en blanco y negro inspirada en los mantones de Manila. Se la vimos por primera vez en octubre de 2004 en Nueva York haciendo un claro guiño español y desde entonces ya la ha lucido en un total de cinco veces.
En cuanto a las joyas, teniendo en cuenta el frágil estado de salud de la esposa del presidente de Israel, Nechama Rivlin, la Reina ha optado por llevar la Tiara Floral, otra pieza muy usada por Letizia en actos oficiales, y que queda excluida de las joyas ‘de pasar’ porque Franco regaló a la reina Sofía en su boda.
De Lorenzo Caprile y repitiendo propuesta
La Tiara Floral es una pieza convertible que puede transformarse en diadema, collar o broche. Es la misma diadema que llevó en su boda la infanta Cristina en 1997 cuando se casó con Iñaki Urdangarín. Es una de las joyas personales que pertenece a la reina Sofía y que, por lo tanto, queda en custodia propia por ella al no tratarse de Patrimonio Nacional.
Como vemos en la sucesión de fotografías, la falta firmada por Lorenzo Caprile es la quinta vez que forma parte del vestuario de doña Letizia. La ha combinado con un top tipo corsé en negro con detalles brillantes, también lo firma Caprile.
El momento llegó: La tiara Flor de Lis
Doña Letizia brilló como nunca en la recepción del presidente Macri y su esposa, Juliana Awada, en el Palacio Real con el motivo de la visita de Estado del mandatario argentino. La Reina ‘estrenó’ en ese momento tres de las denominadas ‘joyas de pasar’, un conjunto de ocho piezas reunidas por la reina Victoria Eugenia que pertenecen a la Corona y que deben pasar de generación en generación. ¡La más importante es la corona!
La esposa de Felipe VI coronó su cabeza con la tiara de la Flor de Lis, la más importante del joyero de los Borbón y símbolo de la monarquía española.
Juliana Awada Vs. Reina Letizia
Doña Letizia estuvo especialmente expuesta ante las inevitables comparativas y juicios populares ante el gran parecido físico que guarda con Awada. Y así lo confirman los titulares de toda la prensa nacional e internacional: “Doña Letizia y Juliana Awada, batalla de estilos”.
Y claro, ante tal disputa de imagen mediática, la Reina quiso hacer uso y disfrute -como Reina de España que es- de la corona más Borbónica de la Casa Real y focalizar así en ella todos los flashes de la prensa. Misión cumplida. Desde entonces, doña Letizia no ha dejado de brillar en ninguna de las otras cenas de gala o de Estado.
Letizia durante su visita de Estado a Reino Unido
Durante el encuentro que mantuvieron los Reyes con la reina Isabel II y con su esposo el duque de Edimburgo, la reina Letizia acudió a la cena con la banda azul y blanca de la Orden de Carlos III que destacaba sobre su vestido rojo. Pero si algo destacó en el estilismo de la consorte de Felipe VI fueron las joyas elegidas para la ocasión: joyas de las llamadas ‘de pasar’, porque forman parte del joyero que desde la época de Victoria Eugenia, esposa de Alfonso XIII, pasan de una reina de España a otra.
Las fotografías de la cena en Buckingham permiten concluir que doña Letizia optó por lucir en esta visita de Estado al Reino Unido varias de las joyas de pasar que se puso para la cena en el Palacio Real de Madrid con el presidente de Argentina, Mauricio Macri, y su esposa Juliana Awada.
‘La corona’ + pendientes de chatones
Así, se destaca, sobre todo, la diadema de Flor de Lis. Como explican José Luis Sampedro y Fernando Rayón en el libro ‘Las joyas de las reinas de España’, esta tiara se elaboró en la Casa Ansorena y fue un encargo del rey Alfonso XIII, como regalo de bodas a Victoria Eugenia de Battenberg en 1906. Está hecha de platino y diamantes y luce tres flores de lis, emblema heráldico de la casa Borbón.
La reina también se puso para la cena con la reina Isabel II los pendientes de chatones -un brillante rodeado de otros más pequeños- que hacen juego con el collar de chatones (no lo llevaba en esta ocasión): también de la Casa Ansorena, y también regalo de Alfonso XIII a Victoria Eugenia.
Segunda cena de gala en Londres: brillantes y zafiros
Visita de Estado en Japón: de nuevo espectacular
Y llegó el plato fuerte de la visita de Estado que los Reyes se encuentran realizando en Japón: se trata de un vestido realizado en tul azul noche y con bordado de hojas en hilo y cristal marino y zafiro que firma Felipe Varela. Lo estrenó en julio de 2015 durante la visita que realizó a España el por entonces presidente de Perú, Ollanta Humala, junto a su esposa.
Sin embargo, teniendo en cuenta que la emperatriz Michiko no lleva diademas desde hace años, la esposa de Felipe VI se ha decantado por una de las tiaras más discretas: de nuevo la Floral.
Broche Flor de Lis, zafiros y muchos diamantes
La Reina llevaba la banda de la Orden de la Corona Preciosa, que le fue concedida esa misma mañana. La sujetaba con el broche de la Flor de Lis que forma parte de la tiara Princesa, un regalo que don Felipe le hizo por su quinto aniversario de boda.
De sus orejas colgaban unos espectaculares pendientes de diamantes y zafiros y en su muñeca izquierda llevaba las dos pulseras gemelas, dos pulseras idénticas realizadas con diamantes. Su origen se encuentra en una corona de Cartier que Alfonso XIII entregó a Victoria Eugenia como regalo de bodas. La corona pasó de moda rápidamente y tras su exilio, la reina encargó a la misma firma que la desmontaran y con los diamantes creó estas dos pulseras que ahora forman parte del lote de ‘joyas de pasar’.