Una de las mejores amigas de la Infanta Elena está pasando un proceso traumático. En el mundo de la realeza y la alta sociedad no todo es tan bonito como parece. Haber nacido en un universo de lujo y de grandezas no siempre es sinónimo de felicidad. Rita Allendesalazar es una mujer que ha pasado de tenerlo todo a no tener nada de nada.
La han desheredado y eso significa que su futuro es incierto. Elena sabe mucho de injusticias, ella misma nació siendo la primogénita que en otro tiempo hubiera reinado y ahora simplemente es una infanta que tiene que trabajar para poder vivir.
Allendesallazar, condesa de la Ventosa
A una de las últimas ediciones de la Feria de Arte Contemporáneo de Madrid, la infanta Elena acudió en compañía de su mejor amiga Rita la condesa de Ventosa. Es hija de José María Allendesalazar y Travesado marqués de Santa Cristina y de Casariego grande de España y hombre de confianza de Juan Carlos I. la muerte de este amigo del alma del Rey y de toda su familia, fue muy sentida.
Desde entonces su hija Rita forma parte de la vida la Casa Real Española. Rita se crio con Elena, ambas han sido casi hermanas. Se llevan poco tiempo y eso estrecho aún más una relación de complicidad que se da en muy pocas ocasiones en esta vida. Rita es una fiel seguidora de la corona y en especial de la figura de la infanta Elena.
La infanta Elena, ninguneada por la ley
La figura de la infanta Elena sería totalmente distinta si se hubiera encontrado con una persona a su lado capaz de luchar por ella. Ese padre que entró como Rey y podía haber cambiado muchas cosas. Tenía tres hijos y sabía perfectamente lo que significaba perder el amor de un padre por intereses personales.
Juan Carlos no apostó por sus hijas. Prefirió centrarse en su único varón. El apellido Borbón era mucho más poderoso que el orden en que nacían sus hijos. Elena se quedó sin nada, siendo la simpática de la casa. Una mujer que siempre se ha caracterizado por su buen humor y ganas de caer bien a los que podrían ser sus súbditos. Sin embargo, algunos compañeros de prensa, gráficos y medios de comunicación han comprobado en sus propias carnes que la infanta Elena también tiene un carácter especial. E igual que es Borbón para unas cosas, también lo es para otras. Se es campechano cuando hay que serlo. No siempre.
Rita, un caso similar al de la infanta Elena
La vida de Rita no es muy distinta de la de Elena. Su padre falleció y dejo a una familia numerosa. Los varones eran los sobreprotegidos porque serían los encargados de llevar su nombre por el mundo. Su madre Isabel estaba más pendiente de sus niños que de sus niñas. La única que conseguía hacerle cambiar de opinión era su primogénita.
Isabel hija nunca se casó, se mantuvo hasta el final con su madre. Vivían en el exclusivo barrio de Salamanca y formaban un duo inseparable. Rita era la más rebelde y un poco ecléctica. Estudio filología, pero también enfermería, carrera a la que actualmente se dedica. Ha crecido entre seis hermanos sabe perfectamente lo que es cuidar de alguien y protegerlos.
Isabel no para de desheredar
En el año 2000 Isabel madre y desheredó a la pequeña de sus hijas. Al parecer Almudena estaba en contra de la venta de un chalé familiar. La herencia de su padre era algo de lo que querían disfrutar, pero en ese momento era más apropiado disponer del dinero o eso es lo que pensaba Isabel madre.
Curiosamente este chalé estaba al lado del de Isabel Sartorius el amor de juventud del Príncipe Felipe. Todo parece que tiene una relación en este mundo real en el que la alta sociedad vive. El precio y la ubicación de las mansiones de lujo también es un paralelismo que Rita y Elena tienen en común.
Un título que no llegaba
Rita fue desheredada cuando su marido, un militar de carrera consiguió un título importante. Era uno de los más codiciados por la madre Isabel, que intentó con todas sus fuerzas quedárselo más allá de cualquier contratiempo. José María Álvarez de Toledo, tenía mejor derecho y acabó con las aspiraciones de la mujer.
Isabel no pudo con esa traición y acabo dejando a su hija sin nada del patrimonio familia. Algo que no ha sabido hasta la muerte de su madre. La infanta Elena fue una de las que apoyó a Rita en esos duros momentos son esperar lo que estaba a punto de pasar. Todo parecía normal y nada había de extraño.
La legítima y basta
Rita comprobó cuando se abrió el testamento que su madre no les había dejado nada de nada. Solo tenían derecho a la legitima que marca la ley. Todo lo demás se lo quedaron el resto de sus 4 hijos. Además, Isabel fue tan astuta que decidió pagarles con la peor moneda posible una cláusula en su testamento un tanto cruel.
La proporción que recibirán sus hijas desheredadas debe ser dada en metálico. Nada de patrimonio familiar o de títulos. La caja será lo que verán las dos hermanas rebeldes que se enfrentaron a la matriarca del clan. Rita ha dado mucho de que hablar, por suerte tiene a su amiga Elena para contarle sus injusticias.