Cristiano Ronaldo no termina de levantar cabeza. Si sus problemas con la Hacienda española no fueran suficientemente graves, ahora el astro portugués se enfrenta a una denuncia por acoso. Erika Canela, una joven brasileña de 20 años ha declarado al periódico británico The Sun que la estrella del fútbol le enviaba mensajes de WhatsApp de forma insistente con intención de «conocerla». Lo que al principio se suponía una conversación fluida, se tornó turbia en cuanto llegó el rechazo por parte de Miss BumBum 2016: «Me bombardearon con mensajes ofensivos e insultos cuando lo rechacé«.
Erika Canela: «Me llamaron puta»
Con la negativa de la explosiva joven llegaron los mensajes de acoso y amenazas por parte del entorno de Ronaldo, siempre según Erika: «Me llamaron puta y me dijeron que iban a arruinar mi vida«. Esta circunstancia, afirma Canela, la condujo a sufrir estrés e incluso «dejé de comer, no podía dormir y no quería salir».
No es Cristiano Ronaldo una persona que entre demasiado al trapo de las informaciones que surgen a su paso. Tampoco es la primera vez que se habla de una infidelidad a una de sus parejas. En cambio en esta ocasión la cosa es muy diferente. Una noche loca de pasión furtiva a espaldas de su novia no es lo mismo que ser tachado de «acosador». No solo se le imputa una acción delictiva sino que además podría causar daños irreparables en su imagen. Para eso, CR7 ha tomado medidas y ha contestado de la forma más potente y efectiva que podamos imaginar: un selfie a sus 122 millones de seguidores en Instagram.
Cristiano Ronaldo: «No intenten apagar este bonito momento con noticias falsas»
Cabe recordar la brutal influencia del crack de Madeira en Internet, pues se trata de la segunda persona más seguida en la red social de fotos instantáneas después de Selena Gomez (134 millones). «¡No intenten apagar los momentos bonitos con noticias falsas! La vida es buena. Estoy bendecido», ha posteado @Cristiano.
No es la primera vez que Erika habla sobre Cristiano Ronaldo. Hace aproximadamente un año, acudió a un plató de televisión donde relató que la estrella del Real Madrid «me preguntó: ‘¿quieres venir a mi casa? Quiero verte. Vivo junto a ti. Podemos descansar juntos«. En un principio no le pareció mala idea pero un problema con su teléfono móvil y una serie de obstáculos profesionales de Ronaldo frenaron aquel encuentro: «Hablé con él y estaba irritado. Fue un poco rudo conmigo y no me gustó. Me hubiera encantado salir con él pero me iba a usar como un objeto», afirmó entonces.
