No corren buenos tiempos para la familia real noruega. Al delicado estado de salud del rey Harald se une ahora el hecho de que a Mette-Marit se le ha detectado una grave enfermedad. A la princesa le han diagnosticado fibrosis pulmonar crónica. Sin tiempo para grises, la esposa de Haakon ha visto como su vida pasaba del blanco al negro en cuestión de minutos.
Mette-Marit, del blanco al negro sin pasar por el gris
Hacía tiempo que existían señales de que algo le ocurría a Mette-Marit. Se trataba de rumores sin confirmar por parte del gabinete de comunicación de la Casa Real noruega. Al final, lo que parecía, por desgracia, se ha hecho realidad. La princesa está afectada de fibrosis pulmonar crónica y esto obliga a cambios drásticos en su vida que afectarán a su función pública. Otra vez la salud vuelve a jugarle una mala pasada a la esposa del heredero, Haakon.
Mette-Marit es muy consciente de que se avecinan grandes cambios en su papel institucional. La fibrosis pulmonar manifiesta unos síntomas que imposibilitan el desarrollo de la vida normal de los afectados. Especialmente, durante los episodios de crisis agudas cuando el dolor puede llegar a ser insoportable. Los afectados por esta enfermedad padecen dificultad para respirar (disnea), tos seca, fatiga, pérdida de peso sin causa aparente, dolor en los músculos y en las articulaciones… Así lo explican los facultativos de la Clínica Mayo. (Foto: Jørgen Gomnæs / The Royal Court)
La grave enfermedad que sufre la princesa
Las pruebas realizadas a la princesa han arrojado un diagnóstico que no admite dudas. Tendrá que aprender a convivir con una enfermedad ”que se produce cuando el tejido pulmonar se daña y se producen cicatrices. Este tejido engrosado y rígido hace que sea más difícil que tus pulmones funcionen correctamente. A medida que la fibrosis pulmonar empeora, tienes cada vez más dificultad para respirar”.
La Clínica Mayo advierte que “El daño en los pulmones causado por la fibrosis pulmonar no puede repararse, pero los medicamentos y las terapias en ocasiones pueden ayudar a aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida. Para algunas personas, podría ser adecuado realizar un trasplante de pulmón”. Mette-Marit está dispuesta a explorar todas las posibilidades que la medicina le ofrezca. A tal efecto, a los médicos noruegos que la tratan, se unirán expertos de otros países. (Foto: Jørgen Gomnæs / The Royal Court)
Haakon repite la historia de sus padres
Una vez más, Haakon apoya a su mujer y adaptará su agenda a las necesidades de ella, que vendrán marcadas por la enfermedad. Si Mette-Marit necesita reposo porque el dolor le impide cumplir con sus obligaciones, el príncipe anulará sus compromisos para estar junto a ella cuidándola. La pareja ha decidido que afrontan juntos esta nueva prueba que el destino les ha puesto por delante. La suya es una historia de amor que nació envuelta en la polémica. Cuando se anunció que Haakon estaba enamorado de Mette-Marit, surgieron informaciones muy negativas sobre ella. Se le achacó un tipo de vida licencioso que no se correspondía con la realidad. Tampoco gustó que tuviera un hijo de corta edad.
En esta ocasión, tanto el rey Harald como la reina Sonia apoyaron a la pareja. Ellos sufrieron lo suyo hasta conseguir la aprobación para contraer matrimonio. La reina pertenecía a una familia de comerciantes y eso la incapacitaba a ojos de su suegro. Sonia amenazó con suicidarse cuando el rey Olav envió a su hijo a Londres para pasar una temporada. El soberano confiaba en que su hijo encontraría una princesa que le haría olvidar a Sonia. Una de las candidatas que gustaban al rey Olav era doña Sofía, que años más tarde confesó que hubo interés por parte de ambas familias para que iniciaran un noviazgo que ni ella ni él deseaban.
La novia del heredero, cuestión de Estado
Fue Mette-Marit quien decidió conceder una entrevista, acompañada por Haakon, donde resolvió todas las incógnitas sobre su vida privada. Aquello hizo que se ganara el respeto de una buena parte de la sociedad noruega por su sinceridad y coraje. No es habitual que los royals, cuando están en el ojo del huracán, hablen sobre cuestiones incómodas. Ocurrió en España cuando se anunció el compromiso de don Felipe y doña Letizia. Fue conocerse que la periodista era divorciada y surgieron un montón de informaciones a las que jamás se dio contestación por parte de los novios ni de nadie, dicho sea de paso.
El 25 de agosto de 2011, Haakon y Mette-Marit se casaron. Para la pareja fue muy complicado llegar a ese punto por una serie de zancadillas. El rey Harald, que aunque tenías sus reticencias aprobaba el noviazgo, cambió de opinión. Tuvo mucho peso en su giro radical las conversaciones mantenidas con algunos políticos noruegos que desaconsejaban el enlace porque creían imposible que la novia del heredero no estaba capacitada para ejercer como princesa. Además, alegaron que sería un problema si volviera a caer en algunos hábitos negativos de los que causan adicción.
Capitulaciones matrimoniales leoninas para Mette-Marit
En todo momento, Haakon tuvo claro que uniría su vida a la de Mette-Marit. Él no albergaba ninguna duda porque la conocía en profundidad. Además, ella le explicó todo lo referente a su pasado, revelándole los episodios más comprometidos. Llegó a comentarse que el heredero amenazó a su padre con renunciar a sus derechos dinásticos. La situación parecía haber alcanzado un punto sin retorno cuando el primer ministro noruego consiguió convencer al soberano para que cambiara de opinión.
Mette-Marit dijo sí cuando le exigieron que firmara unas capitulaciones matrimoniales con cláusulas leoninas. En caso de divorcio, la princesa se iría con lo puesto y no tendría derecho a ningún tipo de compensación. Sin duda, lo opuesto a lo previsto en cuanto a la disolución de matrimonios reales, donde se pacta antes de pasar por el altar una serie de indemnizaciones que incluyen importantes cantidades económicas y propiedades. (Foto: Knut Kollandsrud / The Royal Court)
El talón de Aquiles de la princesa
En noviembre de 2013, los rumores de separación entre Haakon y Mette-Marit sonaron con mucha fuerza. Se habló de que la pareja había llegado a un punto en que la convivencia era imposible. La princesa protagonizó algunos episodios donde perdió los nervios en público. Todo fue motivado por el miedo a volar que padecía. También se dijo que el heredero estaba desesperado porque su esposa ponía poco de su parte para brillar como princesa. La Casa Real noruega envió un comunicado donde informaron que la esposa del heredero estaría de baja debido a unos fuertes dolores en las cervicales que exigían reposo. Al final, Mette-Marit tuvo que pasar por el quirófano.
Desde hace años, Mette-Marit tiene problemas en la espalda que han hecho que tenga que ausentarse de sus obligaciones oficiales para recuperarse. La princesa lo pasa muy mal cuando llega el frío, pues las secuelas que arrastra debido a caídas y accidentes de tráfico se transforman en dolor agudo. Sin duda, su talón de Aquiles es la salud. Esto ha hecho que algunos desinformados la tachen de poco afecta al trabajo. Nada que ver con la realidad, pues en cuanto se recupera, retoma su agenda. (foto: Sølve Sundsbø, The Royal Court)
Años difíciles para Mette-Marit
Mette-Marit es una de las princesas europeas más criticadas. Son muchos los medios que señalan su ausencia de elegancia a la hora de lucir la ropa. Críticas duras a las que ella se enfrenta con espontaneidad. No esconde que la moda no es una de sus prioridades. Prefiere la ropa cómoda y la ausencia de maquillaje. En cuanto al peso, se cuida pero no está obsesionada con estar delgada como un palo. Lo que sí hace es gimnasia para estar en forma. Le gusta el surf y lo practica en familia, con Haakon y sus dos hijos menores, Ingrid Alexandra y Sverre Magnus.
Sin duda, la enfermedad que sufre Mette-Marit quita la razón a quienes la tachan de poco aficionada a las obligaciones. Arrastra la fibrosis muscular crónica desde hace años y eso ha mermado sus fuerzas. Sin embargo, no ha sido hasta ahora que se ha podido hacer un diagnóstico con total fiabilidad. A la princesa le esperan años complicados. Debe adaptarse a las nuevas circunstancias y eso no es fácil. De hecho, no le importaría someterse a tratamientos experimentales siempre que hayan sido desarrollados por médicos de total solvencia profesional. (Foto: Fjordlapse Photography, Det kongelige hoff)