Llegó de Colombia siendo muy niña para cumplir el sueño de un torero de ser padre. A Gloria Camila la acompañaba su hermano, José Fernando. Rocío Jurado, que ya era madre accedió por amor. Y juntos, en la madurez, formaron una familia que parecía idílica. El destino truncó de la peor manera posible la felicidad de todos. La armonía se esfumó por la ventana tras la muerte de Rocío Jurado. Gloria Camila nos lo cuenta todo.
Una familia desgajada por completo
“Mi familia está rota y no se va a arreglar. Nadie va a arreglarlo. Me gustaría que la familia estuviera unida como antes”. Pero hay muchas dificultades que ella no se siente capaz de salvar para conseguirlo: «No voy a ser yo con 23 años”. Así ha sido el triste testimonio de esta jovencita que ha afrontado momentos muy duros. Y sin embargo ella sí fue el sostén de una familia que se desmoronaba en el peor momento. Vivió una pesadilla terrible de sobrellevar.
Completamente sola, peleó a brazo partido por defender a su padre y la memoria de su madre
Fue en el 2014, con su padre en la cárcel, su hermano con problemas legales y de adicciones. Gloria Camila, independizada a la fuerza, llevaba en persona toda la logística de las visitas a su padre, cuidaba de su hermano como podía y hasta se ocupaba de las cuentas familiares. Muy pocos saben lo que tuvo que sufrir una chiquilla que hasta fue insultada en el intercambiador de Plaza de Castilla por ser hija de quien era. Le nombraron a la más grande, su propia madre, y a su padre, y saltó. Era comprensible. Y es que junto a Rocío Jurado pasó momentos muy felices en su infancia. “Mi madre era el pilar de la familia y los mantenía a todos a raya. Mantenía a las familias Ortega y Mohedano juntas. Cuando se va parece que ese amor se desvanece y se separan”. La desaparición de la cantante también tuvo repercusiones importantes sobre sus hijos, te lo contamos.
Una adopción en Colombia: aquellos dos hermanos
Rocío Jurado quería mucho a sus dos hijos adoptados. Aunque no fue idea suya dar ese paso, sino de su marido, tras sufrir ella un aborto, Rocío se entregó con ganas a la tarea de ser madre de adopción.
Eligieron Colombia, un país modelo en materia de adopciones. José y Rocío pasaron una temporada allí para cumplir la legislación. Las autoridades tenían que comprobar que la relación entre los hijos y los padres fluía y podía prosperar adecuadamente. Así fue. Los niños no eran recién nacidos, porque la legislación colombiana señala que no pueden mediar más de cuarenta años entre los adoptados y adoptantes. A ambos se les trató con cariño y afecto, pero crecieron de forma muy diferente.
Dos niños muy diferentes: José Fernando y Gloria Camila
Así, mientras José Fernando era un niño trasto y algo hiperactivo, Gloria Camila era un modelo de niña obediente y tranquila. Los dos fueron educados igual. Tuvieron las mismas oportunidades. Al niño lo mandaron incluso a un centró muy caro en Estados Unidos para que se disciplinara. Era una academia militar para menores. No hubo mucha suerte. José Fernando ha llegado a estar ingresado en un centro penitenciario. Fue acusado de robar y agredir a un joven en el mes de noviembre de 2013 en las inmediaciones de un club de alterne. También ha estado en varios sanatorios mentales, como el de Ciempozuelos, en la provincia de Madrid. Gloria Camila lo adora, al igual que a otros miembros de su familia, aunque no puede evitar la nostalgia por otros tiempos más felices.
Nostalgia de los tiempos en los que los Ortega Mohedano eran una piña
Fue en el programa “Ven a cenar conmigo: Gourmet Edition”, cuando hacía de anfitriona de Bárbara Rey, Falete y Colate VallejoNágera cuando Gloria Camila se desahogó al ver unas fotos de su primera comunión: “Cuando veo esta foto pienso en la de tiempo que hace que no nos hacemos una foto así: Aquí están mis sobrinos, Ro y David, con quienes si mantengo contacto, mi tío Amador y Rosa, que para ellos era una buena época, y mi madre, el pilar de todos. Su madre ya no está, y Gloria lamenta no haber “vivido con ella todo lo que me hubiera gustado. Me ocultaron las imágenes del entierro y del funeral”, imágenes como este emotivo vídeo de su despedida en Chipiona.
A Gloria Camila solo le dijeron: “Se ha ido al cielo”. Aún se acuerda de su progenitora y le gustaría que esté orgullosa de ella. Seguro que lo está.