Por mucho que se empeñen en aparentar cordialidad ante la opinión pública, la reina Sofia y doña Letizia enfrentan una cruenta batalla de puertas de Zarzuela para adentro. Ahora, la madre del rey Felipe VI ha dado una tremenda lección a su nuera, demostrando una vez más quién manda en Palacio. ¿Quieres saber qué ha pasado? Sigue leyendo, Cotilleo.es te lo cuenta a continuación.
El infame rifirrafe
> No es ningún secreto que doña Sofía nunca miró con buenos ojos a la mujer que su hijo eligió para que reinara a su lado. Aun así, recibió a Letizia con los brazos abiertos e intentó enseñarle todo lo que sabe acerca de ser una buena monarca. Su relación siempre estuvo marcada por las idas y venidas, pero todo fue a peor a raíz del infame rifirrafe que se produjo a la salida de la Catedral de Palma de Mallorca.
La griega se sintió humillada y Ortiz se vio obligada, pocos días después, a rebajarse ante su suegra, abriéndole la puerta del coche en el que viajaba. Desde entonces, ambas están a la gresca y no son pocos los sutiles, pero reveladores desplantes que han protagonizado ante los medios. El último ha llegado de parte de doña Sofía, que ha dado toda una lección a doña Letizia al demostrarle que ella sigue siendo la reina que maneja el cotarro. ¿Quieres saber qué ha pasado? Sigue leyendo, te lo contamos todo a continuación.
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Sofía maneja el cotarro
> A principios de noviembre se anunció desde Casa Real que doña Sofía regresaría a la agenda oficial. Se pretendía así no descuidar la presencia de la Corona en los actos más relevantes durante el polémico viaje a Cuba de don Felipe y doña Letizia. Desde que la griega vuelve a estar al pie del cañón, no ha parado de aquí para allá. En apenas una semana, la madre del soberano ha viajado a Lisboa, ha regresado a la capital y ha presidido numerosos eventos. De hecho, doña Sofía solo ha podido descansar dos días esta semana, demostrando así que el de reina es un trabajo a jornada completa. En contraposición, encontramos a doña Letizia.
Una semana ha pasado ya desde que doña Letizia acudió a su último acto oficial. Ella y su suegra visitaron el Rastrillo Nuevo Futuro, en un intento de disipar los rumores de que no se soportan. Desde entonces, no hemos vuelto a ver a Ortiz en ningún otro evento. Muy sonada ha sido su ausencia a la final de la Copa Davis, que tuvo lugar el 24 de noviembre, a la que sí asistió su marido, el rey Felipe VI. Así, doña Sofía ha dejado claro esta semana que se desvive por la Corona y que el trabajo de soberana exige un esfuerzo constante que va más allá de las cuarenta horas semanales. Toda una lección que no ha dejado indiferente a nadie.
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Letizia no quiere ser consorte
> Por todos es sabido ya que Ortiz no se siente muy cómoda con la parte más tradicional de su trabajo como reina. Lejos de ser una mera consorte, doña Letizia quiere ir más allá y dejar de ser un florero al lado de Felipe VI. Ya trascendieron en su día algunas de sus frases que así lo demuestran. “¿Tú te crees que esto son vacaciones?”, espetó doña Letizia durante el posado oficial en el Palacio de Marivent. O su mítico “¿qué pinto yo en San Javier?”, durante un viaje de su marido a la base aérea murciana. De ahí su contrariedad a pasearse por los actos públicos como si de una primera dama se tratase. La reina no quiere ser consorte y pretende marcar más su papel de soberana, acudiendo solo a los eventos en los que sea ella la protagonista, y no su marido.
De hecho, su primera aparición tras una semana alejada de la opinión pública está muy vinculada con uno de los asuntos que más preocupan a la reina. Doña Letizia será galardonada con el premio a la personalidad más destacada, otorgado mañana mismo por el Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género. Estos son los actos en los que Ortiz disfruta ejerciendo de reina: en los que el mensaje que transmita importe más que su mera presencia junto al rey Felipe VI.
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Crisis entre Felipe y Letizia
> Los rumores de que los soberanos no pasan por su mejor momento como matrimonio vienen sonando con fuerza desde hace tiempo. A través de sutiles pero reveladores gestos, han transmitido a la opinión pública que las cosas no van muy bien entre ellos. Las voces más críticas, como Jaime Peñafiel, llegaron a temerse un posible divorcio. “Tiempo al tiempo”, avisaba en su columna de LOC el periodista experto en realeza. Al parecer, el infame rifirrafe entre reinas a la salida de la Catedral de Palma de Mallorca habría sido el colmo de unos años marcados por las tensiones conyugales. Mientras, de puertas de Zarzuela para afuera, don Felipe y doña Letizia intentan aparentar cordialidad y amor en todos sus actos oficiales. El último, su polémico viaje a Cuba.
Las fotografías oficiales muestran a unos reyes cómplices y enamorados. Algunos aseguran que han vivido una segunda luna de miel durante su viaje a la capital cubana. Paseos por aquí, cenas por allá, … Incluso se les pudo ver caminando cogidos de la mano, como si de dos tortolitos adolescentes se tratara. Por desgracia para ellos, una imagen ‘prohibida’ ha visto la luz y no hace otra cosa que demostrar que su situación como pareja no es tan idílica como se nos ha querido vender. ¿Quieres ver con tus propios ojos la estampa que ha incendiado Zarzuela? Sigue leyendo, te la enseñamos en la página siguiente.
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La foto que los reyes no quieren que veas
> Una de las paradas de los reyes que más interés generó fue su visita a un típico paladar cubano. Don Felipe y doña Letizia disfrutaron de la gastronomía local en un ambiente distendido y relajado, nada que ver con el resto de sus actos oficiales. En esta situación más a pie de calle, no faltaron las fotografías con teléfonos móviles que posteriormente se publicaron en las redes sociales del local. De entre todas ellas, destaca una imagen que se tomó a la salida del lugar. El Borbón y su consorte caminan muy separados, uno delante del otro, sin apenas mirarse. Da la sensación de que ambos están inmersos en sus propios pensamientos, muy lejos de mantener una conversación acerca de la experiencia que acaban de vivir, como sí haría cualquier pareja normal que hace turismo por La Habana.
Se trata de una fotografía que dista mucho de que la que los paparazzi tomaron horas antes: Felipe y Letizia caminaban juntos de la mano. Está claro que nuestros monarcas muestran dos actitudes muy diferentes: una de cara a la opinión pública, y otra cuando piensan que nadie los está observando. “No se soportan”, aseguran desde El Nacional.cat.