A pesar de haber pasado ya más de una semana desde que Raquel Meroño se alzara con los 75.000 euros de premio como ganadora de MasterChef Celebrity, la actriz y empresaria no parece estar disfrutando de todo el éxito que esperaba. Y mucho menos del apoyo del público. Desde el momento en el que se coló en la final y no fue Josie el finalista con Flo, se intensificaron las críticas sobre su presencia en la final. Ahora le piden explicaciones porque su postre, el que la llevó a la victoria, es un calco al de los chefs que la han ayudado a prepararse. ¿Hizo trampas Raquel Meroño? ¿Ha sido una justa ganadora? Lejos de amilanarse, ha respondido rotunda a sus críticos.
¿RAQUEL MEROÑO EN LA FINAL?
De partida, que Raquel Meroño se asegurara un lugar en la final de MasterChef no sentó nada bien a la audiencia. Esta esperaba que fuera claramente Josie o bien Nicolás, los dos más populares de la edición. Ni siquiera Ainhoa Arteta pudo meterse en la final a pesar de haber tenido una progresión regular. La prueba con el bogavante de Dabiz Muñoz marcó el antes y el después, y en la prueba en exteriores, todos tuvieron que ser ayudados por los jueces para presentar a los comensales algo que comer. Eso sí, al final, la única que consiguió el sí quiero del jurado fue Raquel. «Lo bueno es que no te encuentro un pero. Podrías ser cocinera profesional», le dijo Jordi Cruz.

DE COCINERA DE MICROONDAS A MASTERCHEF: EL PLUS PUBLICITARIO PERFECTO PARA EL FORMATO
Para muchos, MasterChef Celebrity ha querido emular el exitazo que consiguió Tamara Falcó. Una famosa a la que se presupone o ella misma reconoce que no sabe cocinar ni un huevo frito y que tiene una evolución astronómica en los fogones del formato. Así, el hecho de que Raquel Meroño explicara en el vídeo de presentación que era una mamá de microondas, que nunca cocinaba en casa y que siempre era de las que se proponía para fregar los platos en vez de cocinarlos, parecía la historia soñada por el marketing del programa. Todo dependía de la evolución de la ex modelo. Y ella cumplió.

EL DÍA QUE MASTERCHEF CELEBRITY PROMOCIONÓ EL NEGOCIO DE RAQUEL MEROÑO
Sin embargo, lo que más ha exacerbado las críticas sobre la participación de Raquel Meroño en MasterChef Celebrity fue el día en el que el equipo viajó a Tarifa en Cádiz, para hacer la parte de exteriores del programa. Y ni cortos ni perezosos dieron cancha y promoción al negocio familiar de Raquel Meroño y el padre de sus dos hijas. No solo resultó evidente que había cierto pacto con la dirección para promocionarlo, puesto que de entre todos los posibles, eligieron el suyo, sino que incluso la empresaria utilizó el momento y su visibilidad en MasterChef para regodearse con que el programa estuviera en su ‘casa’.
Muchos espectadores afearon tanto a la dirección del programa como a la concursante que utilizaran el momento y la visibilidad para autopromocionarse, manchando así el carácter solidario que pretenden dar a la actuación de los famosos.

¿AMIGA DE ‘LA JEFA’?
Otro de los aspectos que más ha molestado de la presencia y participación de Raquel Meroño en la final fue el hecho de haber conseguido el doble delantal en la gala anterior. Para muchos, una maniobra más de la dirección para promocionarla y conseguir que fuera una de las finalistas seguras. ¿Por qué? Al parecer, existe una larga amistad entre la actriz y empresaria y la dirección del programa de Shine Ibérica.
El hecho de llevar un día el programa a su local en tarifa tampoco ha ayudado a forjar el carisma perdido de Raquel con la audiencia.

TODOS RECIBEN ‘AYUDA’
Para garantizarse hacer un buen papel en el duelo final, los concursantes de todas las ediciones de MasterChef Celebrity han trabajado con chefs de primer nivel. No es ningún secreto que Tamara Falcó lo hizo el año anterior, ni todos los ganadores previos.
En el caso de Raquel Meroño y Florentino Fernández apostaron fuerte: Oriol Castro (en el caso de Meroño) y Toño Pérez (en el de Flo). Lo novedoso de este año es que el programa y los propios jueces no han dudado en hablar de ello abiertamente. Esto no ha impedido que a la ganadora le hayan llovido críticas por haber ‘copiado’ el postre estrella de su ‘maestro’.
En su caso, le reprochan con gran dureza que otros ganadores -más populares, por cierto- como Tamara Falcó aprendieron la técnica de la ejecución pero hicieron una adaptación. En el caso de Raquel Meroño fue un calvo muy respetable, a tenor de las valoraciones del jurado. Y ella se ha defendido con este mismo argumento: “No entiendo las críticas por contar con un súper chef en la final que te ayude a brillar”, “Para mí es parte del premio”, comentó.
