Jaime Peñafiel es el máximo azote de Letizia Ortiz. Sin embargo, el cronista ha descolocado al mundo al hacerse público un hecho sorprendente. La reina ocupa un lugar preferencial en el universo Peñafiel. Sin duda, impactante. Cuesta creer que el hombre que ha llegado a manifestar que “Antes de escribir un libro sobre Letizia me pego un tiro”, guardara semejante secreto. ¿De qué se trata? Te lo contamos todo a continuación.
Peñafiel y su guerra contra Letizia
> A Jaime Peñafiel le desagradó Letizia desde que la escuchó interrumpir al príncipe. Ocurrió durante la presentación ante la prensa que la pareja realizó con motivo de su compromiso matrimonial. Aquello jugó en contra de la periodista. Podría haberse interpretado como un gesto de naturalidad, carente de maldad, pero fue todo lo contrario.
Pasan los años pero Jaime sigue en pie de guerra contra la reina. Así se expresó en Vanity Fair ante la posibilidad de plasmar su vida en papel: “Antes de escribir un libro sobre Letizia me pego un tiro”. Otra fuerte revelación que hizo el cronista en su último libro fue relativa al hecho de que Letizia Ortiz estaba embarazada cuando conoció a don Felipe, y que ese embarazo fue interrumpido. Sin duda, un dato durísimo que solo el cronista se atrevió a hacer público. Bien es verdad que la cuestión fue desvelada por el primo de Letizia pero nadie había puesto fecha al hecho.
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Peñafiel tiene en un altar a Letizia
> Debido a la tralla que Jaime Peñafiel ha dado, y da, a doña Letizia cuesta creer el lugar preferencial que ocupa en su vida. Y es que el periodista tiene una fotografía con la reina en un lugar destacado de su domicilio, tal y como ha mostrado en exclusiva el programa Buenos Días Madrid de Telemadrid. Sobre la cuestión, asegura que se trata del “regalo de un lector”. En la misma aparecen los dos y él la abraza. ¿Por qué el periodista tiene este fotomontaje enmarcado y junto a otras fotografías muy importantes para él? Es un misterio sobre el que su protagonista prefiere no ahondar. Mejor pasar de puntillas y que cada uno saque sus conclusiones. Da que pensar, y mucho.
Lo cierto es que Jaime sabe cómo poner de los nervios a la reina. ¿Su talón de Aquiles? Que la comparen con doña Sofía. Pues bien, el cronista le ha dado una buena al expresar que doña Sofía, como reina, lo ha hecho todo bien. En cuanto a ella, la señala como una consorte de ocho a tres, soberbia, mandona y hasta maleducada. Además, señala que su hija mayor, Leonor, ha heredado lo peor de ella.
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El drama de la reina
> En ocasiones, Jaime Peñafiel se apiada de doña Letizia y dice algo a su favor. El problema es que lo que cuenta se presta a malas interpretaciones. Así habló el cronista durante la presentación de uno de sus libros: “Letizia es una mujer que ha sufrido mucho, y creo que sigue sufriendo, por su manera de ser y porque ser la nieta de un taxista y entrar en la familia real debe ser muy complicado. Se dio cuenta de que el rey no la tragaba. De hecho, cuando anunciaron el matrimonio, lo dice: «Mi hijo se va a cargar la monarquía». Al rey le hubiese bastado con no aprobar ese matrimonio, pero una vez que lo aprueba lo tendría que haber aceptado”.
La cosa no se quedó en lo expresado en el párrafo anterior, todavía hay más: “Posiblemente Letizia no había sido consciente del drama que vivía su hermana y eso le amargará la vida. ¿Por qué se suicidó? Porque veía el fracaso de su vida frente al éxito de su hermana. Otro punto de sufrimiento de Letizia es que ella sabía que no era aceptada por el pueblo español. Letizia no es una persona simpática y, cuando lo intenta, es peor. Le falta naturalidad”.
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Leonor, un calco de su madre
> El rifirrafe ocurrido en Palma fue la confirmación oficial de que Letizia no traga a su suegra. La reina se interpuso en varias ocasiones para que doña Sofía no pudiera fotografiarse con sus nietas. En este asunto, el periodista ha sido muy claro al referirse al papel de la heredera y, ojo, porque Leonor no sale bien parada:
«Quien más dañada quedó fue, sin duda alguna, Leonor, una niña que demostró ser digna hija de su madre, que la está educando a imagen y semejanza. ¡Hasta mira ya igual que su mamá! ¿A qué venia rechazar violentamente la mano de su abuela cuando ésta la posaba, tan cariñosamente, sobre el hombro de la nieta? No creo que tan mal gesto sea capaz de tenerlo con su abuela materna, Paloma Rocasolano, encargada de sus principescas nietas cuando mamá se ausenta por viajes oficiales».
