Ana Rosa Quintana no puede más: «es repugnante»…»Fascista». Ana Rosa Quintana, aunque le cueste el despido está harta, como lo está mucha parte de la población. Es el pensamiento generalizado y se ha convertido en la voz del clamor popular. No puede aguantar y no se puede soportar más lo que están haciendo y le da igual posicionarse y que le pongan la cara colorada. Aunque muchos lo crean no van a poder con ella ni con sus sentimientos y con su forma de expresarse. Es más, se siente ‘más atacada’ que nunca. Y a los suyos no los toca nadie y lo tiene muy pero que muy claro. Hoy lo ha vuelto a denunciar aunque se convierta en trending topic. A su familia no se la toca y ha hablado alto y claro. ¿Qué ha pasado? Te contamos todos los datos a continuación.
Ana Rosa Quintana insultada e injuriada gravamente por Pablo Iglesias: «portavoz mediática de la ultraderecha»…
> El cáriz que están tomando los sucesos en cuento a la política y el corazón es bastante feo. A primera hora de la mañana tenía que defenderse de los ataques e insultos de Pablo Iglesias que la descalificaba tildándola de «portavoz mediática de la ultraderecha». A lo que al final, la jefa de Joaquín Prat, ha acabado saltando y decirle que su actitud era la de un «fascista«. Ana Rosa ha acabado siendo trending topic en twitter y las redes sociales. ¿Puede insultarse a un comunicador así por ejercer el periodismo?
«Odio, bulo. No deja que haya libertad de expresión por estar en un programa«… así han calificado los periodistas colegas a Pablo Iglesias.
Pero luego el turno ha venido cuando estaban en la tertulia del cuore. Ana Rosa tiene claro el tema de la historia de Rocío Carrasco, Rocío Flores y Antonio David. Y no podía por menos que decir que era «repugnante«. Eso aun sabiendo que había una premisa por parte de la cadena que era apoyar la docuserie de Rocío, contar la verdad para seguir viva. Sin embargo, esta táctica no les ha beneficiado nada de nada y la presentadora de El programa de Ana Rosa ha puesto los puntos sobre las íes. Pasa la página y verás por qué no ha dudado en calificarles de repuganantes.
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