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Kiko Rivera, lo que le une a Antonio Pavón más allá de ‘Supervivientes’

Después de que Gustavo González sacara a relucir en Sálvame unos polémicos vídeos de la juventud de Kiko Rivera, en los que además de desvelar secretos sobre su infancia en un internado, también arremetía duramente contra María Patiño, al fin conocemos la identidad del misterioso compañero de aventuras del dj durante esa época tan dura de su vida.

Y es que Kiko se sentía muy solo y abandonado, y contaba con el apoyo de sus amigos para sobrellevar esos complicados momentos. A continuación, te contamos en exclusiva quién es el famoso compañero de internado del hijo de Isabel Pantoja, y que ya te adelantamos que llegó a ir a Supervivientes. Y, tú, ¿ya sabes quién es? ¡Se aceptan apuestas!

La terrible experiencia que compartieron Kiko Rivera y Antonio Pavón

Kiko Rivera, lo que le une a Antonio Pavón más allá de 'Supervivientes'

>  Cuando Kiko Rivera habla de su etapa en el internado, no puede evitar recordarlo como un período bastante turbulento, y es que por lo visto el dj y Pavón a veces las pasaban canutas estando allí encerrados. Una época caracterizada por peleas constantes, desprecios y el desarrollo de vicios que más tarde le pasarían factura. «Yo tendría unos 15 años y fue allí donde aprendí todo lo malo. Durante el primer año me robaron, me pegaron… Eso sí,a partir del segundo año ya era yo el que se encargaba de aleccionar a los nuevos. Recuerdo cómo me hice con la paga de un compañero», contaba Kiko sobre lo vivido en Mayol.

De hecho, no tardó mucho en espabilar y coger los malos hábitos de sus compañeros, llegando incluso a robarles. «Para nuestros pequeños gastos, los padres nos daban una paga semanal. A mí mi madre solo me daba 50 euros y con eso no me llegaba para esos bocadillos que me compraba a diario o para esas escapadas que hacía con mis amigos y con algunas chicas. Entonces me acerqué a uno de los nuevos que sabía que su madre le daba bastante dinero. Recuerdo su nombre, pero no quiero decirlo».

«Le propuse un trato: ‘Quillo, yo ya llevo un año aquí y a ti te van a robar, te van a pegar… Entonces, ¿Cuánto dinero te da tu madre? ¿120 euros? Pues vamos a hacer una cosa: para que no te quiten los 120 euros, me los das a mí y yo te los guardo. Por correr yo el riesgo de guardártelo y que me puedan pegar a mí, me quedo con la mitad. La otra mitad yo te la guardo para que no te lo quiten y tú me vas pidiendo según vayas necesitando. Como un banco’, Al final yo me quedaba con más dinero, estaba claro, pero a aquel chaval, que espero que lea esto, yo le salvé el culo», relataba el dj.

Aunque, finalmente parece que eso le sirvió para hacerse con buenas amistades como la de Antonio Pavón. «La vida en aquel colegio era así y por eso creo que hice unas amistades tan estrechas. También las conservo, por cierto. Aunque aquella fue una de las mejores etapas de mi vida, también tengo que reconocer que allí empecé a conocer todo lo malo. No consumí drogas hasta los 18 años, pero allí empecé a descubrir ese mundo tan sórdido». Y es que fue en el internado donde Kiko desarrolló sus peores vicios.