Isabel Pantoja no piensa permitir que su hijo siga desprestigiándola públicamente, y después de la última entrevista que Kiko Rivera concedió al Deluxe, todo indica que la tonadillera se encuentra más dispuesta que nunca a demostrarle quien manda. ¡Incluso ha salido de Cantora!
Además, esta semana se ha especulado sobre la posibilidad de que Pantoja haya puesto a la venta varias de sus propiedades después de que Hacienda haya puesto su foco en ella. Algo, que la habría obligado a desprenderse de su casa en el Rocío, un piso en Sevilla o su ático en Fuengirola. Además, supuestamente habría puesto a la venta incluso su querida finca Cantora, ¿desprendiéndose así de lo único que la sigue uniendo a su ‘pequeño del alma’?
3Kiko Rivera, con ganas de cerrar este capítulo tan doloroso
> Kiko Rivera lo advirtió muy claramente en el Deluxe, «mi madre tiene 24 horas para ponerse en contacto conmigo. Si no es así, voy a tener que tomar las medidas para rendirles y pedirles cuentas de todo lo que hayan hecho a mi nombre». Pues bien, el plazo ha pasado y ni una señal por parte de Isabel Pantoja.
Aunque, eso si, ella ha movido ficha a su manera, nada más y nada menos que poniendo a la venta varias de sus propiedades. Algo, sobre lo que su ‘pequeño del alma’ no se ha pronunciado todavía, aunque las indirectas que deja en redes sociales son bastante contundentes: «Cerrando círculos: No por orgullo, ni por incapacidad, ni por soberbia. Sino simplemente porque aquello ya no encaja en mi vida. Cierra la puerta, cambia el disco, limpia la casa, sacude el polvo. Deja de ser quien eras. Y transfórmate en Quien eres‼️», puede leerse en un perfil de Instagram.
Y es que parece que Kiko se encuentra más dispuesto que nunca a pasar página y cerrar una etapa muy dolorosa de su vida, según le revelaba a Jorge Javier. Además, ha desmontado por completo ese paraíso por el que teníamos Cantora, y lo ha convertido en un lugar lúgubre, solitario y lleno de maldad. ¿Qué será lo siguiente? ¿Demandará finalmente ‘tito Agustín’ a sus sobrinos? Solo nos queda esperar.
