Letizia ha conseguido lo que buscaba hace mucho tiempo, y es que parece que por fin se ha librado de su cuñado Urdangarin, al que directamente ha vetado de Zarzuela.
El marido de la Infanta Cristina, la cuál según las últimas noticias podría quedarse con la mitad de la fortuna del rey Juan Carlos, cada día está más cerca de su libertad. Algo, que a su vez le acerca a su familia, con quien ha pasado su reciente cumpleaños.
Letizia le veta la entrada a Zarzuela
> Para nadie es un secreto que después del escándalo del caso Nóos, que además coincidió con la subida al trono del rey Felipe VI, la familia real se plantó y alejó a Iñaki Urdangarin de su vida, además de arrebatarle los títulos correspondientes. Lo mismo sucedía con la Infanta Cristina, que manteniéndose siempre fiel a su marido, corría con la misma suerte. Una patada en toda regla que pone de manifiesto el claro deterioro en la relación entre los hermanos.
Además, el gesto que hizo Felipe de retirarle el título de Duquesa de Palma a Cristina, y por consiguiente a su marido, significó un antes y después. Además, la primera que manifestó su rechazo hacia sus cuñados, fue la propia reina Letizia, quien incluso dejaba de usar su alianza de compromiso. ¿Por qué? Pues porque fue Urdangarin el que la compró. Y es que Letizia no pensaba permitir que la actitud de la pareja manchara la reputación o arruinara el futuro de su marido, por lo que marcó una distancia insalvable con ellos.
«Iñaki está vetado en Zarzuela. Aunque Cristina y sus hijos sí se quedan en casa de los reyes eméritos, él tiene prohibida la entrada«. Sin embargo, y a pesar de ello, «Urdangarin reconoce la ayuda prestada por sus suegros para que sus hijos pudiesen continuar con su vida». Y es que son ellos los que sufragan los gastos escolares de los jóvenes».
Atrás quedan tiempos mejores en los que la familia real al completo compartía protagonismo en esos posados veraniegos tan maravillosos. Sin embargo, si algo no ha conseguido romper el caso Urdangarin, han sido los lazos que unen a sus hijos, y es que Irene, la menor de los hijos de la Infanta Cristina, y la princesa Leonor, han crecido juntas y alejadas de los desencuentros de sus padres. De hecho, las primas han estado siempre muy unidas, aunque eso sí, alejadas del ojo público, ya que nunca hemos podido verlas yendo de compras o al cine como otras jóvenes de su edad. Y lo mismo ocurre con el resto de los niños.
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