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Ryan Reynolds y Blake Lively: desvelamos los detalles del matrimonio más hermético de Hollywood

Ryan Reynolds y Blake Lively son la pareja Hollywoodense del momento, y no solamente por sus más recientes comentarios de apoyo a George Floyd y a la comunidad afroamericana en general, sino por el aura de comodidad con la cual se les ve en público; tanto en entrevistas, como en la alfombra roja, donde comúnmente se les ve abrazados, agarrados de mano, e incluso, dándose besos. Son, sin duda alguna, una pareja sacada de una película romántica de Hollywood.

No es de sorprender que se hayan conocido en el rodaje de la película Green Lantern, en el 2011, cuando Reynolds seguía casado con la actriz estadounidense Scarlett Johansson. Poco antes de que se hicieran pareja, al menos oficialmente, Lively sostuvo una relación amorosa con el actor Penn Badgley, que duró desde el 2007 hasta el 2010. El de Reynolds y Lively fue un amor a primera vista, a tal punto que los críticos bromean que fue lo único bueno que salió del único filme que hicieron juntos y que fue un fracaso rotundo en la taquilla (Green Lantern).

Sin embargo, poco se sabe de la verdadera intimidad de la pareja, que si bien hace muchísimas apariciones en público, pocas veces se ven compartiendo imágenes de ellos en sus redes sociales, como es de esperarse de un matrimonio de actores como ellos. 

Hablan de paternidad en entrevistas

Ryan Reynolds y Blake Lively son favoritos de la alfombra roja

Sin embargo, la pareja no es ajena a dar declaraciones sobre la experiencia de la paternidad e incluso, sobre las cómicas ocurrencias de sus hijas, en especial luego de que Reynolds se convirtiera en una encarnación de personajes de comics, pues recordemos que ha hecho el papel protagónico en los filmes Deadpool (2016) y Deadpool 2 (2018), además de haber interpretado a Wade Wilson o Weapon XI en el largometraje X-Men Origins: Wolverine (2009). En una entrevista con E! News, Reynolds declaró lo siguiente: 

“Si hay un momento en mi vida que me ha hecho madurar, ha sido tener hijos. Y a mi esposa, ¡ni te cuento!”