El pasado día 6 de octubre, Terelu Campos se sometió a una doble mastectomía tras haber tenido que ser operada el 11 de julio de un segundo cáncer de mama. La intervención, por la cual estuvo diez horas en quirófano, tuvo lugar en el Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz de Madrid. La colaboradora de Sálvame ya fue intervenida de un tumor en el pecho en enero de 2012 y, aunque todo apuntaba a que ya estaba recuperada, la hija mayor de María Teresa Campos ha tenido que lidiar con la misma enfermedad casi seis años después. Ahora, un día y medio después de la intervención y tras salir de la UCI, Terelu Campos ha concedido una exclusiva a la revista Lecturas para relatar en primera persona cómo ha vivido los días previos y posteriores a la operación.
Terelu Campos habla tras la operación
A la hija de María Teresa Campos le ha faltado tiempo para conceder una exclusiva y relatar cómo está pasando sus primeras horas tras haberse sometido a una doble mastectomía. Terelu Campos ha hablado para la revista Lecturas apenas 24 horas después de haber pasado por quirófano y recién salida de la UCI. «Hoy empiezo a ser un poco persona, lo he pasado francamente mal. He pasado el miedo más horrible del mundo. Tengo que dar las gracias porque he estado en muy buenas manos, pero estoy hay que pasarlo y vivirlo en primera persona. Es difícil de explicar». Esas han sido sus primeras palabras tan solo día y medio después de una complicada operación que duró diez horas.
Ahora que ya ha pasado todo, Terelu Campos se muestra tranquila, especialmente porque ha estado en manos de su equipo médico de siempre y en el hospital en el que ha sido tratada todos estos años a consecuencia del cáncer. Una intervención tras la que la hija de María Teresa Campos sigue ingresada en el hospital recuperándose. «Me dijo la doctora que el primer día me iba a sentir como si me hubiera pasado el AVE por encima. No se equivocó, y si no me pasó uno, me pasaron dos», cuenta Terelu un día y medio después de la operación. «He sabido siempre lo que me iba a ocurrir, lo que pasa es que no eres consciente. Tienes la esperanza de que sea un poco menos, y luego te das cuenta de que hay una realidad, y de que es como ellos te han dicho, que no te han engañado», confiesa.
