Gran Hermano es uno de los experimentos sociológicos más aclamados de la pequeña pantalla. Un grupo de concursantes se encierran en una casa apartada de todo contacto con la civilización, dispuestos a grabar todos sus movimientos durante las 24 horas del día. No debe ser fácil vender tu intimidad, pero tampoco lo es intentar conocer a las personas en solo unos días y algunos momentos estelares. Los primeros expulsados de las ediciones de Gran Hermano suelen ser siempre lo más malos o aquellos que el público decide que no quiere ver más. Tienen algunas peculiaridades pero en general son siempre los más odiados, algunos de ellos han conseguido desarrollar ese papel de malo por los platós de televisión. Ser el primero en salir les asegura una visita obligada al programa y poder comentar cada movimiento. Una ventaja que algunos concursantes han sabido aprovechar muy bien y otros no tanto. Aquí están los 10 primeros expulsados de Gran Hermano.
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María José Galera (Gh2)
La expulsión de María José Galera ha sido realmente mítica. Estuvo 11 días en la casa, que vivió intensamente, en plena relación con el concursante Jorge Berrocal su salida entre lágrimas, marcó un antes y un después con la frase: «Quien me pone la pierna encima para que no levante cabeza». Esta madre separada con ganas de darse a conocer, lo consiguió, una larga temporada de colaboraciones y unos cuantos platós le sirvieron para ganar una buena suma de dinero.
