Tamara Falcó e Iñigo Onieva están a punto de cumplir su primer año de casados. A pesar de lo que podía parecer en un primer momento, la pareja ha conseguido superar las adversidades y seguir creciendo en su historia de amor. En medio de muchos proyectos profesionales y en uno de los momentos más dulces de su vida, la Marquesa de Griñón ha querido hacer balance y repasar cómo ha sido esta primera etapa del matrimonio.
La influencia de su marido en los proyectos de Tamara Falcó
La vida profesional y personal de Tamara Falcó están obligadas a entrelazarse. En mitad de las grabaciones de su sorprendente nuevo proyecto, ser jurado de ‘Got Talent’, lo ha tenido que compaginar con otros retos profesionales. Por ejemplo, ha sacado una nueva colección con una de sus marcas de ropa de confianza, con los que ha colaborado en repetidas ocasiones. Ahora, se embarca en su etapa más personal junto a la empresa.

La nueva colección de ropa de Tamara Falcó está inspirada en su luna de miel, demostrando una vez más lo importante que es su historia de amor con Iñigo Onieva: “Durante nuestro viaje, Íñigo y yo estuvimos en unos sitios muy apetecibles. África es preciosa y tiene una luz muy espectacular. Los looks de esa parte de la colección son muy ponibles y fueron fáciles de crear. Luego, la Polinesia tiene unos colores espectaculares”, comentó en una entrevista con la revista del saludo. Son un total de ocho looks de primavera y verano con influencias de África y la Polinesia Francesa.
El balance que hace Tamara Falcó
Tamara Falcó asegura que Iñigo Onieva es un apoyo fundamental en su proyectos profesionales y que le suele hacer todo tipo de recomendaciones. Eso contribuye a que esta etapa de casados este siendo tan idílica como esperaban: “El matrimonio está resultando un viaje precioso y eso que hay gente que dice que los dos primeros años son los más complicados”, confiesa. La Marquesa de Griñón comentó en la revista ¡Hola! que pensaba que el primer año iba a ser el más complicado, pero se ha encontrado con una realidad muy diferente.

En la vida de Tamara Falcó, la espiritualidad tiene un papel muy importante y en su matrimonio no podía ser menos. La Marquesa de Griñón ha contado lo que más le gusta de ser una mujer casada: “Tener el sacramento detrás, bendiciendo la unión. Para mí, es clave. Realmente, noto como que Jesús está ejerciendo su fuerza. Todas las discusiones que puedes llegar a tener y todos los conflictos los resuelves desde la fe”. Con la religión, la colaboradora confía más que nunca en su relación y se siente tranquila.
Cómo resuelven las adversidades
A pesar de estar en un momento dulce, Tamara Falcó reconoce que también tiene que hacer frente a situaciones incómodas. Como las discusiones, que para la colaboradora es fundamental solucionarlas lo antes posible: “Cuando estoy cansada, todo me resulta un mundo y todo me crispa. Sin embargo, después de dormir, se me pasa”. Sobre lo que cambiaría de su matrimonio, prefiere responder de forma ambigua: “Uy, muchísimas cosas, pero aún sigo como en la fase de luna de miel… Estoy un poco en la nube”, dejando que se queda con la parte positiva.

La convivencia no está siendo un impedimento en su matrimonio. Tamara Falcó asegura que Iñigo Onieva responde en las tareas del hogar y que le pondría un 9’5 de nota como marido. El empresario se ha convertido en un compañero perfecto para ella y es normal que se planteen nuevos pasos en su relación. La pregunta más extendida es cuando se convertirán en padres, ya que la pareja ha repetido en varias ocasiones la ilusión que les hace tener un hijo juntos.
La futura paternidad de Tamara e Iñigo
Los rumores de embarazo persiguen al matrimonio a diario y cada gesto que tienen es analizado en busca de señales que lo confirmen. Tamara Falcó se toma estas especulaciones con humor: “El otro día, un vecino me dio la enhorabuena… y yo: ‘¿Por qué?’. Pero esos rumores son cíclicos. A mi madre le sucede lo mismo, aunque ella siempre me dice: ‘Espero ser la primera persona a la que se lo cuentes cuando ocurra’. Y yo le contesto: ‘Hombre, primero se lo contaré a Íñigo’. Pero mi madre dice: ‘No, antes a mí’”, revelando la ilusión de toda la familia porque llegue este momento.

Aunque esté todo el mundo esperando la noticia, Tamara Falcó no siente presión porque llegue este momento y sabe que llegará cuando tenga que llegar. La colaboradora explica: “En eso, tengo mucha fe. Si tiene que ser, será. Si no, hay que encontrar también formas de ser feliz sin seguir ese estándar. Por supuesto, me encantan los niños y me encantaría formar una familia, lo he dicho siempre, pero no creo que fuera una persona amargada si no sucediera”. Además, está decidida a disfrutar su momento dulce con Iñigo Onieva y se encuentran mejor que nunca.