Las reinas y princesas están sometidas a mucha presión mediática. Se ven cada día en la prensa, la televisión y en las monedas de sus países. Su retrato perdurará por los siglos de los siglos y formará parte de la historia de cada región.
Tanta responsabilidad no debe ser fácil de llevar y para que no se note, deciden pasar por el quirófano. Eliminar alguna imperfección y de paso asegurarte un rostro inmortal.
Mette Marit la princesa rebelde
Mette Marit es una de las princesas peor vista por el público. Una madre soltera con un pasado dudoso que llegó hasta la corona después de enamorar perdidamente a un joven heredero. Los escandinavos suelen ser modernos, pero no tanto, como para aceptar una reina común.
Un poco de magia en el rostro y la Cenicienta moderna se transforma en una auténtica princesa de cuento. El frío debe ayudar, pero un poco de ácido hialurónico también. Mette Marit se ha convertido de la noche a la mañana en una mujer 20 años más joven y sin las marcas de un pasado lleno de acción.
Rania el copiar pegar de Letizia
Rania de Jordania es una de las mujeres más bellas del mundo. Lleva desde 1993 ejerciendo como consorte del rey Abdulá. Después de más de 20 años en el ojo del huracán, necesitaba un poco más de atención en determinadas zonas. Aunque era muy joven cuando se conocieron los años no pasan en vano.
La nariz es uno de los elementos que más ha notado el cambio. Las facciones se suavizan gracias al paso por las manos de un buen cirujano. Rania es toda una especialista en rejuvenecer su rostro y representa en espejo en el que doña Letizia se mira cada día. Un copiar y pegar que enseña a sus doctores.
Letizia nuestra reina
La reina Letizia no se queda atrás con los retoques estéticos. La mujer que enamoro a media España desde su asiento en el Telediario, ha cambiado tanto en los últimos años que cuesta reconocerla. Empezó por una corrección del tabique nasal que según dicen le provocaba ciertas incomodidades.
A partir de aquí, le cogió gusto a la experiencia y no ha dudado en volver a concertar cita en su clínica de confianza. Letizia quiere quitarse cualquier imperfección que la haga humana, desde las estrias por sus embarazos, hasta las arrugas propias de su edad. Está bien disimular un poco, pero tanto provoca una sensación de inhumanidad.
Charlene de Mónaco
La mujer del príncipe Alberto tiene el peso sobre sus espaldas de competir con las mujeres más bellas del reino, sus cuñadas. Estar casada con el descendiente de toda una estrella de Hollywood de la cual por desgracia él no ha heredado los mejores genes, debe ser complicado. La nadadora tiene que nada muchos kilómetros para estar a la altura.
Donde no llega su capacidad de sacrificio, llega su cirujano. La nariz más perfilada y sus labios más carnosos no son fruto de la naturaleza. Hay una varita mágica que cuando se agita provoca ciertos cambios. Las patas de gallo también se fueron y no serán las únicas que se marcharán.
Máxima un ejemplo a seguir
Más allá del bótox y las intervenciones están las reinas más naturales. Personas reales, con familias que podrían ser cómo el resto de los mortales. Máxima y su familia han conservado toda la naturalidad del principio. Se trata de una mujer que no necesita pasar por ningún quirófano para estar estupenda.
Los holandeses tendrán una reina natural y unas herederas que no tienen miedo de mostrarse tal como son. Es una familia feliz que nada tiene que esperar de la prensa, las críticas son más por sus acciones que por su aspecto, tal como debe ser. Juzgar a alguien por un vestido o una talla no es racional.
Kate la más joven
Kate Middelton es una de las más jóvenes en llegar a la escena internacional, pero ha empezado a mostrar estilo. La casa real británica está totalmente en contra de cualquier intervención estética. La heredera que llegó siendo una persona normal, no ha variado sus facciones en estos años.
Casi tres hijos después y unas cuantas noches sin dormir no han conseguido disminuir la belleza de Kate. Tanto ella como su marido, que ha perdido un poco de pelo desde que se casaron, lucen de lo más natural posible. La esposa de su suegro también es anti cirugía y no le ha ido nada mal.
Mary Donalson
La abogada australiana Mary Donalson, ganó su mejor juicio cuando logró cazar a un príncipe europeo. En su tierra de adopción no necesita hacerse ningún retoque. Es una cultura distinta en la que con un buen peinado y ropa adecuada una señora permanece igual de estupenda que el primer día.
Adicta a las compras y a las grandes marcas, prefiere invertir su dinero en bienes materiales que en su propia cara o cuerpo. No evita ciertos de tratamientos, pero no quiere exponerse a los peligros de una intervención. Es mejor asegurarse el futuro y sentirse bien con una misma, que mostrar debilidades al mundo
Cuando se anunció el compromiso de don Felipe con doña Letizia, Jaime Peñafiel, que había sido muy crítico con Eva Sannum, escribió un artículo pidiendo perdón a la modelo que mostraba muy a las claras que no le gustaba la decisión amorosa del heredero:
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