Victoria Federica es la nieta preferida del rey Juan Carlos y niña de los ojos de su madre, la infanta Elena. El motivo no es otro que sus grandes dotes como amazonas. Elena es una amante de este deporte, pero nunca ha tenido las cualidades de su hija para lograr ejercerlo.
Victoria Federica podría ser la primera mujer de la Familia Real Española que participe y gane una medalla en unas olimpiadas. Eso sí, si la adolescencia se lo permite. La joven está empezando a salir y, según cuentan, sigue los pasos de su hermano Froilán.
Una niña que es todo simpatía
Victoria Federica fue la primera nieta de los reyes de España. En aquel momento Elena y Jaime, sus padres, estaban deseosos de ampliar la familia con la feliz noticia de que por fin llegaría una niña. Los ojos de toda la familia se posaron en ella, y con su candidez, pronto se metería a todos en el bolsillo.
A pesar de estar rodeada de primos y de pasar gran parte de su infancia con la familia de su padre, la pequeña siempre ha estado muy unida a su abuelo y a su tía Letizia. Cuando llegó la periodista para convertirse en miembro de su familia era una pequeña que desprendía dulzura y amor por todas partes.
¿A quién se parece?
Cuando Victoria Federica nació, le preguntaron al entonces rey Juan Carlos a quien se parecía. Él la miró y evitó contestar la pregunta. Tiene rasgos de Elena, pero también de su padre, una belleza un poco atípica, pero sin duda aristocrática. Los expertos en la casa de los Borbones lo tienen claro.
Ha heredado las facciones de su abuela paterna, María Cristina de Habsburgo-Lorena, la madre de Alfonso XIII. Dicen que también tiene un parecido sobre todo en el carácter con su tía, por parte del abuelo, Isabel de Borbón y Borbón. En definitiva, es una niña que se parece a su madre.
Un sentido del humor terapéutico
Dicen los que la conocen que tiene el mismo sentido del humor que su hermano Froilán, aunque con un mayor autocontrol. Cuando se produjo la separación de sus padres, su madre cogió fuerzas de su hija pequeña para dar el gran paso hacia la felicidad. La alegría de la pequeña era uno de los motivos para separarse.
Juan Carlos, su abuelo, también se escudó en ella para sacarle una sonrisa cuando llegó su peor momento en el trono de España. Con el accidente de caza y las presiones para que dejara la Corona, cuentan sus allegados que Victoria conseguía hacerle olvidar estas preocupaciones. ¿Será verdad que las bromas de Victoria Federica son tan buenas?
Ha nacido para la hípica
Los expertos en hípica dicen que tiene el cuerpo perfecto para montar a caballo. Victoria Federica lleva años practicando deporte, además de montar a caballo, también hace ballet. Se mantiene en forma y posee una gracia de movimientos que hace pensar que llegará muy lejos en este deporte.
Le faltará poder tener un sponsor, como al resto de participantes. Sin que salten todas las alarmas de que se trata de una condición de favor por ser la hija de la infanta. También debería poder costearse un caballo mejor, como el de Carlota Casiraghi la gran amazona real europea.
Muy unida a su tía Letizia
La reina Letizia considera a Victoria Federica su sobrina favorita. Desde que era pequeña ha tenido vía libre en casa de los Reyes y siempre hay un sitio para ella. Durante la separación de sus padres pasó largos periodos en el Pabellón del Príncipe. Dicen que allí aprendió mucho de la Reina, una excelente comunicadora.
Mientras Letizia le enseñaba a apreciar la lectura, su abuela la reina Sofía, le ponía entre las manos una cámara. Desde entonces Victoria Federica quiere ser reportera gráfica. A diferencia de sus primas, tendrá que trabajar para ganarse la vida y escoger una profesión que realmente le gusté.
Modelo de pasarela
La altura y la figura de Victoria Federica podrían llevarla a recorrer las pasarelas de medio mundo. Su padre es asesor de dos de las mayores marcas de moda del mundo. Entre sus clientes se admiran las cualidades de su hija que bien podría desfilar luciendo sus prendas como una modelo más.
Seguramente este no será el destino que quiera Marichalar para su hijo. El padre licenciado en económicas, es uno de los más duros en cuanto a la educación de sus hijos se refiere. Una tarea que le ocupa gran parte de su tiempo, no ha dudado en enviarlos a estudiar fuera para perfeccionar los idiomas y abrirles más puertas.
El arte la compaña
Además de todas estas cualidades, Victoria Federica tiene unas buenas manos para el piano. Su padres la escuchan con especial atención y la empujan a participar en todos los certámenes artísticos donde la llaman. La visita a museos y a exposiciones también es obligatoria para esta niña que debe nutrirse de toda esta cultura.
Por el momento está muy unida a su hermano, ha empezado a probar la noche madrileña y parece que le ha gustado. Esos tiempos de niña buena y concentrada, dejarán paso a esa etapa un poco más rebelde de todo adolescente. Veremos si todos los buenos deseos hacia la pequeña Marichalar se acaban cumpliendo.