Don Juan Carlos y doña Sofía han conseguido su propósito: vengarse de Letizia. Los reyes eméritos han aguantado carros y carretas desde que doña Letizia se convirtiera en reina consorte. Si ya era de armas tomar como princesa, ni te digo con mando en plaza. En Zarzuela aseguran que la reina ha hecho todo lo que ha estado en su mano para deshacerse de sus suegros. Han sido años de desplantes y malos modos los que han aguantado doña Sofía y don Juan Carlos. Pues bien, ha llegado su momento y los eméritos se han desquitado humillando a Letizia. ¿Qué ha pasado? Te lo contamos todo a continuación.

Letizia, una reina muy difícil

> Letizia Ortiz no encajó bien dentro de su familia política. A pesar de las reticencias, don Juan Carlos y doña Sofía creían que la periodista se pondría manos a la obra para aprender a manejarse como una royal. Sin embargo, doña Letizia iba muy sobrada y no escuchó a quienes le tendieron la mano para que se instruyera en un oficio muy difícil si no se aprende en la infancia. Por alguna extraña razón, la reina se consideraba lo suficientemente preparada por su amplia cultura y su dominio de la cámara. Posteriormente, cuando se produjo su primera caída, se dio cuenta de cuán equivocada estaba. A pesar de trastabillar, no tuvo la humildad suficiente para pedir ayuda.

Doña Letizia es rencorosa. Al menos en lo que se desprende de su comportamiento con los reyes eméritos y sus cuñadas. No quiere saber de ellos y aseguran desde Zarzuela que ha hecho todo lo que estaba en su mano para opacarlos. Estas fuentes afirman que la reina ha sido el artífice de que su suegro pasara al retiro cansado ya de actos que se anulaban con media hora de antelación. También cargan en la mochila de Letizia la desaparición de la agenda oficial de la infanta Elena. Y así un suma y sigue de acciones ideadas para zancadillear y quitar de en medio a los afectados.

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Los reyes eméritos humillan a Letizia

> Don Juan Carlos y doña Sofía han conseguido mantener una relación cordial en el otoño de su vida. Ella viajó a Sanxenxo invitada por él. Un desplazamiento cargado de significado porque el lugar se ha convertido en el refugio de don Juan Carlos. Hasta ahora, solo se había visto por allí a la infanta Elena. Pues bien, el rey ha querido que su esposa también conozca este rincón que tanto le aporta.

Doña Letizia estaba convencida de que tras la jubilación de su suegro y la merma en actos que sufriría su suegra, quedarían fuera de combate. Ni mucho menos. A día de hoy, don Juan Carlos y doña Sofía acaparan el interés de la opinión pública. La gente está deseosa de conocer todos los detalles de esta reconciliación. Ciertamente, las cosas han cambiado mucho. De hecho, doña Sofía durmió bajo el mismo techo que su marido durante su fin de semana en Sanxenxo. Tanto protagonismo tiene de los nervios a la reina, que sigue confundiendo fantasmas con molinos de vientos llevada por su obsesión. Debería frenar porque este asunto ha hecho que don Felipe se distancie de sus padres y hermanas. Según algunos, su esposa controla su círculo familiar y fraternal. Quizás eso explique las numerosas bajas que se han producido desde que ella apareció en escena.

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El golpe de efecto de don Juan Carlos

> Quienes pensaban que la buena sintonía entre los reyes eméritos sería flor de un día se equivocaron. Tras Sanxenxo, ha sido don Juan Carlos quien se ha desplazado al lugar favorito de doña Sofía, Palma. Fue el pasado viernes cuando el rey emérito llegó a la isla. El sábado, acudió con doña Sofía a visitar la academia de tenis que Rafa Nadal y su chica tienen en la isla. Posteriormente, los reyes eméritos acudieron a comer junto a los Nadal a un restaurante de su propiedad. Y todo dentro de la más absoluta cordialidad. Este desplazamiento de don Juan Carlos puede entenderse como una cortesía hacia su esposa. Todo indica que quiere enmendar comportamientos del pasado. Doña Sofía está encantada. Por tanto, puede decirse que su marido va por el buen camino.

Hace ya meses que se filtró que don Juan Carlos no regatearía en Mallorca. El próximo 1 de agosto estará en Finlandia participando en la Copa del Mundo de Vela con el Bribón. Por tanto, no coincidirá con don Felipe. En el aire está si doña Sofía cambiará Palma por Finlandia para seguir la regata en que participará su esposo. No sería de extrañar dada la recién nacida entente. Y, ojo, porque Finlandia podría convertirse en un punto de reunión familiar para don Juan Carlos, doña Sofía, sus hijas y algunos de sus nietos. Así las cosas, es muy posible que los reyes y sus hijas disfruten de los días obligatorios en la isla a solas.

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El peor verano de Letizia

> A estas alturas del año, doña Letizia está profundamente contrariada. En primer lugar, porque le toca cumplir con la obligación de pisar Palma de Mallorca. Tiene fobia al lugar. Esto explica que para muchos de sus habitantes ella no sea santo de su devoción. Y si todo puede ir a peor, la reina consorte ha recibido una malísima noticia que le afecta profundamente.

La situación política es preocupante. No hay gobierno en España y parece difícil que esto se consiga en la tercera votación, que se celebrará en septiembre. Esto obliga a don Felipe a ganarse el sueldo y demostrar su valía. No estaría bien visto que se fuera de vacaciones privadas con su mujer y sus hijas. Tal como está el patio, chuzos de punta caerían sobre su cabeza. Es en estas situaciones cuando un líder tiene obligación de demostrar. Doña Letizia conoce la situación y no la ha encajado bien. Sigue parapetada en que solo tienen treinta días de vacaciones anuales y que están en todo el derecho de disfrutarlos. Sin embargo, las cosas están como están y todo apunta a que el rey se quedará en Zarzuela. Posiblemente, doña Letizia se vaya a descansar con sus hijas. Sin embargo, esto no la satisface. Ella concibe el descanso junto a don Felipe, Leonor y Sofía. Si falta algún miembro de la familia, ya no son vacaciones.