¿Qué le pasa a la infanta Elena? Las últimas imágenes han causado preocupación. Se la ve seria, alicaída y sorprenden las arrugas que surcan su rostro. Cualquiera diría que la hija mayor de los reyes eméritos atraviesa una mala racha. Y así es, porque Elena carga con una pesada cruz a cuestas que no la deja sonreír. A continuación, los problemas que han borrado la sonrisa del rostro a la infanta Elena.
Froilán y Victoria, problema tras problema
> A la infanta Elena le ocupan y preocupan sus hijos. Los últimos tiempos de Froilán y Victoria no han resultado fáciles. Elena ha comentado la gran preocupación que siente por su hija en alguna ocasión. A la infanta le parece que Victoria Federica se excede en cuestiones de ocio y no puede controlarla. El pasado verano, durante su estancia en Sevilla, Elena riñó a su hija en público. Le echó en cara que regresara al hotel cuando ya era de día.
En cuanto a Froilán, para la infanta el gran talón de Aquiles son los estudios. A Elena le gustaría que su hijo dedicara más tiempo a los libros y no tanto a las salidas. Por otro lado, no le gustan esas imágenes donde el joven sale un poco fuera de sí. Al parecer, tiene un carácter vehemente y se altera con frecuencia. La infanta no considera que la novia de Froilán, Mar, sea una buena influencia. Cree que es una relación demasiado tormentosa y con un punto de toxicidad.
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¿Qué le pasa a Elena?
> Las últimas imágenes de la infanta Elena han levantado alarma. En las mismas se ve como a la hija mayor de los reyes eméritos se le marcan los surcos en la piel del rostro. Luce algo ajada para su edad. También se la nota alicaída y triste. Ciertamente, no atraviesa su mejor momento. Para ella fue muy duro que don Felipe decidiera apartarla de las obligaciones institucionales. Un trabajo que le encantaba. Realmente, cuando se la observa representando a la Corona, la alegría se ve en su mirada. Es feliz.
Cuando se supo que Elena ya no formaba parte de la familia real, quienes la conocían se entristecieron por ella. La infanta fue criada para servir a la Corona. Haciendo gala de una gran fortaleza, la hija mayor de don Juan Carlos y doña Sofía dijo a quienes quisieron consolarla en tan duros momentos: “Sabía que este día iba a llegar. Estoy tranquila. Si en algún momento me necesitan, estará aquí”. Es Elena la más sensible de los tres hijos de los reyes eméritos. La que más ha sufrido con las desavenencias familiares. De ahí que no trague a Letizia, a quien considera culpable de la ruptura familiar. Tampoco perdona a su hermano que no haya sabido imponerse y que sus medidas se hayan limitado a quitar de en medio a aquellos que molestan a la reina.
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El reencuentro de la infanta y su ex marido
> La duquesa de Lugo no tiene a nadie que la ayude a reeducar a su hija. Es por esto que ha tenido que tomar una drástica decisión: pedir ayuda a su exmarido, Jaime de Marichalar. Desde su separación en 2007, su relación ha sido casi inexistente y se ha limitado a pocos encuentros en los que Froilán o Victoria Federica eran los protagonistas. Pero la situación es tan grave que requiere un nuevo acercamiento para poner las cartas sobre la mesa a su heredera.
Según ha podido saber Look, de Marichalar y la infanta han encontrado su único nexo de unión entre tantas diferencias: Victoria Federica está descontrolada y hay que hacer algo para encaminarla. Desde hace un tiempo, la relación entre Elena y Jaime es mucho más sosegada y ambos intercambian posturas acerca de la educación de su hija. Después de varias conversaciones, parece que han llegado a la misma conclusión: Gonzalo Caballero es el culpable del comportamiento que tanto les molesta. ¿Cómo conseguirá la joven afianzar su amor por el torero sin la aprobación de sus padres?
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Los reyes humillan a la infanta Elena
> Uno de los actos institucionales que más gustan a la infanta Elena es el Día de la Hispanidad. El 12 de octubre la hija mayor de los reyes eméritos siempre se ha dejado ver haciendo gala de su españolidad hasta en el look. Se nota que está feliz viendo los desfiles. Aunque hace ya tiempo que no ocupa lugar en el palco de autoridades, eso no ha sido óbice para que haya seguido asistiendo al evento que tanto le gusta. Lo hacía acompañada de sus hijos y de algunos amigos.
Sin embargo, las cosas han cambiado este año. Doña Elena quedó fuera de la lista de invitados y, por tanto, no pudo estar presente en el desfile militar ni tampoco en la posterior recepción que los reyes ofrecen en palacio a destacados miembros de la vida pública y autoridades. Su ausencia ha llamado poderosamente la atención y algunos creen que el rey se excede con el alejamiento de su hermana de la vida oficial. Más bien, parece una cuestión de venganza.