El torero siempre ha transmitido una imagen de hombre formal y elegante que sabe de modales. Sin embargo, las últimas informaciones que señalan a Enrique Ponce aportan una visión muy diferente y descubren una cara nunca antes vistas del diestro. Gritos, puñetazos y golpes… Parece que el maestro la ha liado muy parda en un restaurante mientras estaba con Ana Soria. ¿Quieres saber qué ha pasado? Sigue leyendo, te contamos todos los detalles a continuación.
La pareja del momento
> Enrique y Ana están en boca de todos desde que se dio a conocer su relación a comienzos de este verano. Su idilio ha ocupado páginas y páginas en los principales medios del corazón, que no han perdido detalle de las últimas novedades sobre este triángulo amoroso cuyo tercer vértice lo conforma Paloma Cuevas. El círculo cercano a la empresaria ha confirmado que no lo está pasando muy bien tras su separación, sobre todo por la sobrexposición que Ponce y Soria muestran a través de sus redes sociales. Sin embargo, a pesar de sus diferencias en este sentido, el ya roto matrimonio ha conseguido llegar a un acuerdo de divorcio por el bien de las hijas que tienen en común.
Mientras, Enrique Ponce y Ana Soría siguen acaparando la atención mediática y ocupando titulares. La expectación que generan es abismal y no pueden pasar desapercibidos allá donde van. Es por esto que acaba de filtrarse una ‘escenita’ monumental que el torero había montado en un restaurante en compañía de su novia. Gritos, forcejeos, … Han acusado al diestro de liarla muy parda y de presentar un comportamiento “impresentable”. ¿Quieres saber qué ha pasado? Sigue leyendo, te lo contamos todo en la página siguiente.
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Acusan a Enrique de ser violento y agresivo
> No es la primera vez que se publican este tipo de informaciones. Hace poco, se comentó que el torero podría haberse mostrado muy enfadado con un bañista que le estaba grabando mientras disfrutaba de un día de playa. También se rumoreó que habría discutido muy acaloradamente con Ana en mitad de la calle, una información que la pareja desmintió rotundamente. Ahora, un espectador de Sálvame asegura haber sido testigo de como Enrique perdió los papeles en un restaurante tras percatarse que otro de los clientes le estaba filmando con su teléfono móvil.
Según el informador, Ponce mostró un comportamiento “indeseable” e “impresentable”, gritando a pleno pulmón en un refinado restaurante, dando golpes sobre la mesa. Además, lo acusa de acercarse a la persona que le estaba grabando y de tirarle el móvil al suelo de un manotazo. “No tiene ninguna clase”, reprendía el espectador de Sálvame. Todo esto mientras, supuestamente, Ana Soria permanecía inmóvil en la mesa, incapaz de reaccionar ante tal escenita. A raíz de esta información, se ha descubierto otro violento episodio que Enrique habría protagonizado en el pasado, en aquella ocasión llegando incluso a agredir físicamente a su contrincante.
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“Enrique Ponce me dio bofetones y puñetazos”
> Ha sido Gustavo González quien ha recordado este violento episodio que supuestamente vivió con el torero. Al parecer, sucedió cuando todavía no se conocía públicamente su romance con Paloma Cuevas, y el paparazzi los pilló de lleno en Miami. El colaborador de Sálvame cuenta que, cuando fue a fotografiarles, Enrique se le acercó en actitud muy violenta y empezó a propinarle “bofetones y puñetazos”. Por lo visto, Ponce estaba “como loco” y se mostró muy agresivo y violento, hasta el punto de que ambos terminaron “en el suelo muy mal parados”.
Eso sí, según Gustavo, el torero le pidió perdón más tarde y le suplicó que no publicara las fotografías en las que aparecía junto a Paloma Cuevas, porque el padre de la empresaria era muy recto y no conocía de la relación de su hija con Enrique. El paparazzi aceptó y, después de su tremenda pelea, asegura que tuvieron una relación tan cordial que la pareja lo invitaba de vez en cuando a pasar unos días con ellos.
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La peor cara de Enrique Ponce
> Tras conocer estos testimonios que no dejan en muy buen lugar al torero, Mila Ximénez se ha mostrado de lo más crítica con él y ha comparado su comportamiento con el de “un niñato de quince años”. Además, como ella no pudo pronunciarse en su día sobre su romance con Ana Soria porque estaba recibiendo tratamiento para su enfermedad, la tertuliana ha visto oportuno hacerlo ahora y no ha escatimado en improperios.
Bajo su punto de vista, la sobrexposición que ha mostrado con su novia en sus redes sociales supone “una humillación innecesaria” para Paloma Cuevas, y le parece de ser “deleznable” haber reaccionado tan violentamente a la toma de unas fotografías, siempre supuestamente.