Ha pasado mucho tiempo desde que Bigote decidiera romper su relación con María Teresa, una ruptura que fue de todo menos tranquila. Después de meses de especulaciones y rumores, ha sido el cómico el que ha lanzado un claro y contundente mensaje. Las lágrimas desgarradoras que la periodista vertió en su última entrevista no serán nada comparadas con las que están a punto de brotar por sus ojos…Agárrate porque vienen curvas.
Bigote Arrocet rompe su silencio
> El cómico lleva meses sin aparecer. Desde que se hiciera oficial su ruptura con María Terea Campos, Bigote Arrocet se marchó a Panamá, donde reside actualmente, para olvidarse de todo y alejarse de los que aseguraban que el culpable del terrible estado de salud por el que atravesaba María Teresa, era él. Han pasado meses de esto y, aun así, las Campos siguen echando leña al fuego, algo que el cómico no comparte: “Dije que no hablaría de María Teresa y no lo voy a hacer”, exclamó hace unos días. Aun así, Edmundo no ha dejado pasar la oportunidad de mandar un mensaje a la veterana periodista, aunque haya sido a través de terceras personas. Sus declaraciones te dejarán de piedra.
Siguiente: Las declaraciones más impactantes de Bigote Arrocet
“Me debe una llamada”
> La ruptura entre María Teresa Campos provocó un auténtico revuelo en la prensa del corazón, y más aún cuando se supo que la pareja había dejado una relación de seis años a través del teléfono móvil. Así es. Sin verse las caras, el cómico cogió un avión y se marchó sin dar señales, algo que destrozó por completo a María Teresa. La periodista se desahogó completamente en una entrevista, soltando todo tipo de pestes del cómico, el hombre en quien había confiado plenamente durante más de seis años.
Hoy, las tornas han cambiado y es el cómico el que parece que quiere reconquistar a Teresa a través de la prensa. Fuentes cercanas a Edmundo aseguran que habría una posibilidad de reconciliación, al menos por su parte, pero aseguran que esto no sería nada sencillo, pues es Teresa quien debería dar el primer paso: “Teresa debe una llamada a Edmundo. Si esa llamada se produjera, habría posibilidades de un acercamiento”, aseguran. Unas declaraciones que contrastan mucho con las lágrimas que el pasado día vertió Teresa en Canal Sur. Completamente desgarrador…
Siguiente: A lágrima viva
María Teresa y sus lágrimas más desoladoras
> La herida sigue sangrando. Han pasado meses desde que se hiciera oficial la ruptura, pero las desgarradoras palabras que vertió María Teresa Campos en su última intervención pública han preocupado y mucho a sus más allegados. Es más que evidente que la madre de Terelu y Carmen Borrego lo está pasando muy mal: “Yo he podido hacer cosas que le hayan molestado, he podido estar más nerviosa en un momento dado, eso puede ser también», continuaba explicando con la voz entrecortada, antes de explicar que todavía le recuerda constantemente: «A veces cojo el teléfono y veo todas las fotos…”, seguía. Bertín Osborne, que en ese momento escuchaba atónito al mismo tiempo que la audiencia, conseguía algo inédito: que María Teresa desvelara los últimos mensajes que se intercambió con el cómico.
Siguiente: Este fue el último mensaje de Edmundo
Los detalles más desconocidos de la ruptura
> Lo único que se supo es que María Teresa Campos y Edmundo Arrocet habían dejado atrás seis años de relación por WhatsApp. Una noticia que llamó muchísimo la atención, teniendo en cuenta la edad y madurez de ambos. Por aquel entonces, no se supo nada más, ni si quiera cuál fue el último mensaje con el que el cómico se había despedido de Teresa. Un enigma que se descifró hace unos días públicamente. Estas fueron las desgarradoras palabras dela periodista: “El final del WhatsApp decía, ‘ya no me humillas más’, pero, ¿en qué te he humillado?», se preguntaba la periodista con lágrimas brotando. Y añadía: «Bertín, yo todavía no lo comprendo… sé que es amigo tuyo, pero es que yo no lo comprendo, fíjate, no me lo puedo creer. Sin haberme preguntado te estoy diciendo a ti lo que no he dicho a muchos que me preguntan. No lo comprendo, no puedo creer que esa persona ya no…”, concluía María Teresa.