La separación de Enrique Ponce y Paloma Cuevas sigue acaparando las portadas de todos los medios de comunicación. Y más ahora, que el torero se niega a firmar el divorcio. ¿Por qué se está retrasando tanto esta historia? Parece que el cambio radical de su vida, podría darle pánico a Ponce.
Un divorcio que nunca llega
> La noticia saltó este verano: Enrique Ponce y Paloma Cuevas ponían tierra de por medio y acababan con su relación veinte años después de darse el sí, quiero. Sin duda un terrible choque para la opinión pública que no se creía como la pareja más idílica de la prensa rosa, rompía. Comenzaba entonces una auténtica pesadilla para los protagonistas de esta historia, que han sufrido un seguimiento mediático día y noche.
Hoy, el protagonista es el torero, que se niega a firmar un divorcio que, según muchos de sus amigos, “deseaba que se hiciera realidad”. Lo cierto es que los rumores acerca de esto están a la orden del día y la respuesta a esta pregunta es más que evidente: sus vidas cambiarían radicalmente, sobre todo la del torero.
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Así cambiarían sus radicales vidas
> Mantener una relación durante más de veinte años es casi imposible de imaginar hoy en día, quizás por eso, la ruptura entre la empresaria y el torero ha chocado tanto entre la opinión pública. Llama la atención que Enrique sea el culpable de que el divorcio se esté retrasando, pues ha rehecho su vida con otra mujer, veinte años más joven que él, y “está disfrutando como un niño”, explican sus amigos ante la prensa. Lo cierto es que este divorcio cambiaría por completo los planes del torero, que tendría que amoldarse a no ver todos los días a sus hijas. Pero, ¿este cambio en la vida del torero sería tan radical? La respuesta es sí. Dale al siguiente para conocer todos los detalles.
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Ponce, el más perjudicado
> Parece que el acuerdo entre Enrique Ponce y Paloma Cuevas no ha llegado a buen puerto. Al menos, eso es lo que la expareja hace ver delante de las cámaras, después de que se hiciera público que, por el momento, la firma del divorcio no se ha llegado a realizar. ¿Por qué se está retrasando? El torero y Paloma poseen varias propiedades, pero las principales son tres: la finca de Cetrina, ubicada en Navas de San Juan, Jaén; el piso de Pintor de Rosales, en Madrid; y la casa con parcela de la exclusiva urbanización de La Finca, en Pozuelo de Alarcón. Pero, ¿qué pasa con las niñas?
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Un cierto desencuentro con las niñas
> Con respecto a sus hijas, Paloma y Bianca, habría un cierto desencuentro. Las pequeñas se quedarían al cuidado de su madre para mantener la rutina que necesitan, ya que Enrique, por su actividad profesional, viaja mucho. Si tenemos en cuenta que la empresaria tiene pensado mudarse al extranjero, la posibilidad de ver a las pequeñas es mucho más pequeña. ¿Qué pasara finalmente? ¿Llegarán a un acuerdo? Tan solo el tiempo o dirá…