La ruptura entre Yaiza Martín y Ginés Corregüela ha generado un torbellino de especulaciones y rumores desde que ambos concursantes de televisión decidieron poner fin a su relación. Sin embargo, la verdadera razón detrás de su separación ha salido a la luz gracias a una emotiva llamada en directo de Yaiza al programa ‘Fiesta’. La canaria ha decidido romper su silencio y aclarar las circunstancias que la llevaron a tomar esta difícil decisión.
Las declaraciones de Yaiza Martín

«Fui yo quien quise zanjar y fue la otra parte la que no quiso cortarla. Él lo ha estirado. Me quiero callar, de verdad. Yo estoy hablando para aclarar porque mi situación la puedo demostrar«, empezó Yaiza con firmeza durante la llamada. A medida que avanzaba la conversación, se la veía cada vez más nerviosa, revelando detalles hasta ahora desconocidos sobre su relación con Ginés.
Uno de los puntos más sorprendentes que Yaiza destacó fue la cuestión económica. «Se le acabó el dinero y se le acabó el amor. Es él quien me debe un dinero que yo le presté. Yo todo esto quería arreglarlo en mi casa. No voy a dejar que me chupen la sangre algunas garrapatas», explicó, visiblemente afectada. Este comentario reflejaba un profundo malestar y una desconfianza creciente hacia su ex pareja.
La situación financiera no fue el único problema. Yaiza también habló sobre las tensiones en su vida cotidiana, especialmente relacionadas con la mudanza a Úbeda que Ginés proponía. «No ha habido terceras personas. Este señor dijo que nos vamos a vivir a Úbeda y yo dije que no quería volver. Allí se me insulta y no quiero que se me trate mal. Yo decidí quedarme en Sevilla y él no lo acepta. Los caminos se separan», confesó, subrayando que las diferencias irreconciliables sobre su futuro juntos jugaron un papel crucial en la ruptura.
Yaiza Martín lo cuenta todo en ‘Fiesta’

La confesión de Yaiza no terminó ahí. Fue más allá al acusar directamente a Ginés de haber vaciado una de sus cuentas bancarias. «He descubierto que no hay dinero en esa cuenta y sale que se ha retirado desde una sucursal en Úbeda», denunció, añadiendo otra capa de conflicto a su ya tensa relación.
Durante la emisión, Emma García, presentadora de ‘Fiesta’, conectó en directo con Miriam Corregüela, la hija de Ginés. La relación entre Yaiza y Miriam siempre ha sido conflictiva, y esta llamada no fue una excepción. «Me he cansado y he querido mantener mi opinión apartada porque es la hija de mi pareja, pero ya está. Esta manera de dirigirse a mí no la voy a tolerar. La primera que me crucificó fue ella insultándome y metiéndose con mis formas y mi vocabulario«, recordó Yaiza, manifestando su frustración.
La hija de Ginés responde a Yaiza

La conversación rápidamente se tornó acalorada. Miriam, quien acababa de salir del hospital, se mostró más calmada que Yaiza, pero no pudo evitar responder a las acusaciones. «Estoy mal porque vengo del hospital. No me siento responsable de esta noticia…», empezó Miriam, solo para ser interrumpida por Yaiza: «Sí eres responsable. Y no pongas la coletilla del hospital porque no has ido«. Miriam defendió su postura explicando que cada vez que intentaba ir, Yaiza estaba presente, lo que dificultaba su visita.
La tensión en el plató alcanzó su punto máximo con el cruce de acusaciones entre Yaiza y Miriam. Emma García, demostrando su habilidad para manejar situaciones delicadas, intervino para poner fin a la confrontación. Cerró la conexión y dejó al público con más preguntas que respuestas, pero también con una mejor comprensión de las complejidades de esta ruptura.
¿Quién tiene la culpa de la ruptura?

La confesión de Yaiza Martín ha arrojado luz sobre los verdaderos motivos detrás de su ruptura con Ginés Corregüela. Problemas económicos, desacuerdos sobre el futuro y una relación tóxica con la familia de Ginés son solo algunos de los factores que llevaron a esta decisión. La intervención de Miriam Corregüela en el programa ‘Fiesta’ ha añadido más detalles y tensiones a una historia ya de por sí complicada. Lo que queda claro es que la relación entre Yaiza y Ginés ha llegado a un punto sin retorno, y ambos tendrán que lidiar con las consecuencias de sus decisiones en los próximos meses.