El año 2020 pasará a la historia como un año aciago para la inmensa mayoría de la población mundial. Al margen de las alegrías individuales, la pandemia de coronavirus que asoló a todo el planeta – y continua haciéndolo en la actualidad – ha marcado este annus horribilis en el que nadie ha podido permanecer al margen de la desgracia. Así ha sido también para Belén Esteban, la colaboradora más famosa de Sálvame, que si bien no ha tenido que lamentar la pérdida de ningún ser querido por Covid si es consciente de lo que esta enfermedad ha supuesto para muchas familias. Vemos cuál ha sido el balance del 2020 para Belén Esteban.
Sueños sin cumplir

Como decimos, Belén Esteban no ha padecido de forma directa los estragos del Covid-19 pero como la mayoría de los ciudadanos se ha sobrecogido ante la mayor pandemia del siglo XXI. Además, a nivel personal, le ha afectado como a todos la normativa y las restricciones que desde Sanidad se ha impuesto a la población para tratar de detener los contagios. En este sentido, Belén no ha podido sacar adelante dos de los proyectos que se había propuesto y que más ilusión le hacían. Uno consistía en ampliar la familia, y el otro casarse por la iglesia con Miguel.
Un hermanito para Andrea

Belén Esteban ha manifestado en numerosas ocasiones su deseo de ser madre nuevamente. La hija que tuvo con Jesulín de Ubrique, Andrea, ya tiene 21 años y hace un tiempo que ya «vuela» sóla. Belén echaría de menos tener un nuevo miembro en la familia en el que poder volcarse, probablemente con mayor madurez y serenidad que con Andrea. Aunque Belén se convirtió en «madre coraje» y crio a su hija Andrea prácticamente sola, lo cierto es que con la madurez que dan los años, seguro que ahora lo disfrutaría mucho más. Sus distintas patologías, unidas al coronavirus, han hecho que el 2020 no sea el mejor año para ser madre de nuevo. Veremos si ese sueño se cumple en el 2021.
Una boda por todo lo alto

Tampoco ha podido ser la boda. En el 2019, Belén Esteban aseguraba que en el 2020 se casaría por la iglesia con su marido Miguel. Ambos están casados desde hace tiempo por lo civil, pero a Miguel le hace especial ilusión celebrar el enlace también por la iglesia. Belén había asegurado que en el 2020 le daría ese capricho y que celebraría un «bodorrio» con cientos de invitados. Pero si algo ha impedido el coronavirus, son precisamente las celebraciones numerosas, así que la boda tendrá que esperar. Ni Belén ni Miguel creen que el 2021 será el año de la celebración, pues aunque empiece el proceso de vacunación, ni está claro que hasta finales de año llegue la tan ansiada inmunidad de grupo, así que quizás haya que esperar al 2022.
Ver a su madre

Otro de los deseos más profundos de Belén Esteban para el año nuevo es pasar más tiempo con su madre. La pandemia las mantuvo alejadas mucho tiempo puesto que su progenitora vive en Benidorm. La de Paracuellos estuvo sin poder ver a su madre durante cinco meses y esto le pone especialmente triste. Belén vivió la etapa más dura del confinamiento en soledad. No fue a trabajar, ni pudo tener contacto con su marido Miguel ya que Belén es persona de riesgo por sus distintas patologías y Miguel es conductor de ambulancias, luego ha estado siempre en primera línea de la pandemia. Todo este tiempo sola, pensando, le ha servido para darse cuenta de lo importante que es pasar tiempo con nuestros seres queridos. Confía en poder recuperar el tiempo perdido en el 2021.
Nuevos proyectos de Belén Esteban

Pero no todo iban a ser malas noticias. El 2020 ha sido un año raro y triste en términos generales, en el que lo único que cabe hacer es confiar en que el 2021 sea mejor, especialmente en el tema sanitario que nos ayudará a recuperar nuestras vidas y el deseado reencuentro con nuestros amigos y familiares. Mientras tanto, en lo profesional, Belén no se puede quejar. Mantiene su puesto de trabajo en Mediaset y además le ha surgido una colaboración por la que lanzará una colección de joyas. En el fondo, Belén Esteban, es una afortunada.