Las cosas están andan revueltas en Sálvame. Algunos colaboradores no atraviesan su mejor momento. El programa, líder en su franja horaria, busca refuerzos. Los que ayer estaban seguros, hoy no. La cuestión es que Belén Esteban y Gema López lo están pasando mal. Los celos han hecho mella en ellas a raíz de la próxima incorporación de una colaboradora estrella. ¿Qué ha pasado? Te lo contamos todo a continuación.
Cambios que provocan nerviosismo
> Sálvame es todo un referente en las tardes televisivas. El programa mantiene su liderato y parece imbatible. La fórmula no se agota y funciona esté quien esté. Es el éxito en estado puro, que gira gracias y a pesar de quien de la cara. Ha podido comprobarse en cuanto a presentadores. La audiencia se mantiene conduzca quien conduzca. Da igual si se trata de Paz Padilla, Jorge Javier o Carlota Corredera.
Un programa de estas características siempre busca sorprender. De ahí que se busquen nuevos colaboradores. Eso sí, hay rostros insustituibles. Los auténticos puntales de Sálvame son Mila Ximénez, Kiko Hernández y Lydia Lozano. En tiempos también lo fue Belén. Sin embargo, el hecho de que haya renunciado a hablar de Jesulín, por expreso deseo de su hija, la ha puesto en una situación muy complicada. Sus últimas aventuras personales ya no encandilan al público. Ella busca situarse aportando información pero no lo consigue.
Siguiente: Los celos unen a Gema López y Belén Esteban
Los celos unen a Gema López y Belén Esteban
> El regreso de Rosa Benito al Deluxe como colaboradora ha dejado al descubierto los celos de Gema López y Belén Esteban. La ex de Amador ha sido fichada para hablar de Supervivientes, reality que ganó y la catapultó a la fama por méritos propios. No es exagerado pensar que esto podría ser el primer paso para que Rosa regrese a Sálvame. Ella ha confesado que es un riesgo que le asusta pero tampoco ha descartado la cuestión.
Gema López no ve con buenos ojos el retorno de la Benito y ha expresado que ha perdido el fuelle de antaño. Sin embargo, aunque advierte que no se trata de celos, su cara era un poema cuando Paz Padilla ha dicho que daba la bienvenida a Rosa como nueva colaboradora de Sálvame. Imposible no fijarse en la expresión de Gema López, que ve peligrar sus tres días de colaboración semanales. Si se trata de aportar, Gema no lo hace en exceso. No destaca por su información y sí por opinar. Se ha convertido en una recoge vídeos.
Siguiente: La cruz de Belén
La cruz de Belén
> Belén Esteban no atraviesa un buen momento. En poco se casa con Miguel pero no está feliz. El fichaje de Isabel Pantoja por Telecinco no le ha hecho ninguna gracia. Tampoco el trato de estrella que recibe. Su cara lo dijo todo cuando se destapó el retrato de la tonadillera, que ya tiene su lugar en el pasillo de la fama de Mediaset. Belén se reafirma en que es copresentadora. Sin embargo, no sabe leer el cue ni tiene soltura para desarrollar tareas de comunicadora.
La Esteban sabe que su posición es delicada. Aunque ha ganado la partida a Toño Sanchís, este no cesa en su empeño por destapar aspectos desconocidos de la vida de su ex representada. Por otro lado, la resolución de la subasta de la casa de Sanchís no la ha beneficiado como esperaba. Algunos expertos en el tema afirman que ha hecho un mal negocio y que difícil lo va a tener para ganar dinero con la transacción.
Siguiente: Gema López, María Patiño y la cadena del váter
Gema López, María Patiño y la cadena del váter
> En los tiempos en que DEC triunfaba, algunos de sus integrantes marcaban distancias con Telecinco. Especialmente críticos se mostraban con Sálvame y el Deluxe. Estos formatos hacían que soltaran sapos y culebras por la boca. Hacían comparaciones y lTelecinco no quedaba en buen lugar. Incluso bromeaban con la “Cadena del váter”.
Tras el final de DEC y la desaparición de la prensa del corazón de Antena 3, empezó el goteo de colaboradores a Telecinco. María Patiño y Gema López se colocaron en Sálvame. Aquello sorprendió porque el formato no era santo de su devoción. De ahí saltaron al Deluxe y Patiño ha despegado como presentadora. En fin, ¡cómo hemos cambiado!
