Cuando parecía que las aguas se habían calmado y que la paz había llegado a la vida de David Bisbal y Elena Tablada, nos equivocábamos. La tormenta ha vuelto a estallar en el momento más inesperado. Además, ahora las consecuencias de sus decisiones pueden ser devastadoras. Estamos ante un auténtico antes y después, un callejón sin salida en el que solo hay una víctima: la pequeña Ella.
Una historia de amor con un fatídico final
> Tras su paso por la academia de Operación Triunfo, la vida de David Bisbal se enfrentó a un giro más vertiginoso que las famosas vueltas que él da sobre en escenario en sus actuaciones. Su realidad cambió de la noche a la mañana y pasó a convertirse en un auténtico fenómeno de masas. Le llovían contratos y actuaciones a ambos lados del charco. Y fue precisamente durante una de sus visitas a Latinoamérica cuando conoció a Elena Tablada. La joven, hasta entonces desconocida, y nuestro almeriense más internacional sintieron un flechazo que se tradujo en seis años de relación.
A lo largo de este tiempo ambos vivieron un sinfín de momentos, entre los que destaca el nacimiento de su hija. Ella Bisbal Tablada llegaba al mundo en 2010 y se convertía en la persona más importante para ambos. De hecho, aunque poco después de ese feliz nacimiento decidían emprender caminos separados, siempre mantuvieron una relación buena por el bien de su pequeña. En agosto toda esa aparente cordialidad saltó por los aires, pero no ha sido hasta ahora cuando hemos conocido toda la verdad. Descúbrela en la siguiente página.
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La jugarreta de David Bisbal
> El detonante de la guerra fue una foto de Rosanna Zanetti, esposa de Bisbal, con Ella, ambas vestidas de manera idéntica en la feria de Almería. Desde la cuenta de Instagram de Tablada atacaron el gesto de la venezolana. Y aunque Elena aseguró que se trataba solo de un malentendido y que el mensaje no lo envió ella, terminó explotando. «Mi relación con David Bisbal es insostenible a raíz de esa fotografía», aseguraba durante su paso por Viva la vida. Tras un tiempo convulso parecía que habían limado asperezas. Pero en realidad, lo único que ha ocurrido en esa etapa es que el exconcursante de Operación Triunfo preparaba su venganza.
El pasado 12 de febrero David Bisbal Ferre acudía a los juzgados de Alcobendas para denunciar a la madre de su hija. No quiere que Elena Tablada comparta imágenes de la niña en redes sociales sin pixelar. Tampoco está dispuesto a que se comercialice con su imagen. El almeriense alega que su posición social es tan relevante que enseñar la cara de su hija puede poner en riesgo su integridad. Parece que el artista tiene miedo a que le pase algo a la pequeña Ella si la gente la reconoce por la calle. Un gesto bastante incoherente si tenemos en cuenta que tanto él como su chica tienen muchas publicaciones con la niña. Ante esta sucia jugada, la reacción de la otra parte no se ha hecho esperar. Te la detallamos a continuación.
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Las primeras palabras de una mujer indignada
> Elena Tablada ha roto su silencio. Está dolida, y no solo porque se cuestiona su labor como madre sino porque se ha enterado de este proceso judicial mediante la prensa. David Bisbal ha manejado los hilos desde la sombra y sus actos le están haciendo mucho daño. Así, en Corazón Czn, la diseñadora pone los puntos sobre las íes y arroja algo de luz a este tema lleno de sombras. «No existe ningún acuerdo entre nosotros, ni siquiera verbal, que impida a los progenitores compartir fotos con nuestra hija en redes», aseguraba.
«Mi hija no es la hija de Onassis para que todo esto esté llegando tan lejos. Ella se dará cuenta de todo en su momento. Ya tiene nueve años y la vida va pasando, todo esto es muy triste», aseguraba. Aunque le da mucha pena todo lo que está sucediendo y no entiende cómo Bisbal ha podido hacer esto, amenaza con no quedarse quieta ni callada. «Soy una luchadora. No voy a ceder, voy a pelear por mis intereses como madre.», avisaba. «¿Puede haber algo más bonito que compartir fotografías junto a lo que más quieres? Todo el mundo que se siente orgulloso de sus hijos, los muestra cuando quiere y considera», añadía. Sigue leyendo las reacciones de su círculo íntimo.
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El entorno de Tablada cierra filas en torno a la diseñadora
> Tablada, que ha pasado buena parte de su vida en Miami, alberga en su interior una mezcla de sentimientos. Enfado, rabia, decepción… No da crédito a la situación que atraviesa y no termina de creerse que un juzgado vaya a ser el escenario de su reencuentro con alguien a quien tanto quiso. Pero hay que tener en cuenta que las cosas podrían volverse contra David y pasar de ser demandante a culpable: tanto él como su mujer hacen lo mismo que Tablada. Por suerte, en estos difíciles días en los que espera que todo se arregle, Elena recibe las palabras de apoyo incondicional de su marido, Javier Ungría.
El sobrino del malogrado Kardam de Bulgaria ha sido preguntado a las puertas de uno de sus locales por esta polémica. «Ellos son sus padres, yo no me meto», aseguraba el empresario. En todo momento Javier ha intentado no echar leña al fuego. Además, se ha mantenido en u impecable segundo plano. De hecho, aunque adora a Ella, se desconoce si ha compartido fotos con la niña o no puesto que sus redes las tiene completamente privadas.
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La egoísta estrategia de Bisbal y su familia
> La otra gran protagonista de la historia es, indiscutiblemente, Rosanna Zanetti. Con ella comenzaron los problemas y Elena cree que la venezolana tiene buena parte de culpa de todo esto. La modelo ha publicado en varias ocasiones fotos con su hijastra y ha hablado de la menor en casi todas las entrevistas que ha concedido. Además, ha lanzado a Tablada muchas pullas y se ha lucrado de esta guerra. Cabe recordar que, desde que el obús estalló son varios los eventos que ha protagonizado.
Ahora, sin embargo, ha querido apartarse. Rosanna no tiene otro objetivo que disfrutar con calma de la recta final de su primer embarazo, del que presume en redes sociales. La guapa latina ha cedido todo el protagonismo en esta historia a su marido. Pero Bisbal, consiente del revuelo que causaría esta puñalada, no ha dejado ningún fleco suelto. Así, ha puesto tierra de por medio. En estos momentos se encuentra en Estados Unidos haciendo una gira de conciertos. Por tanto, además del disgusto de la denuncia, es Elena Tablada la que siente sobre ella el peso de la presión mediática. No cabe duda de que los disgustos nunca llegan solos.
