Rafael Amargo empieza poco a poco a ver la luz. Tras cinco meses en prisiĆ³n, el bailaor ha sido puesto en libertad provisional sin medidas cautelares una vez concluido el juicio contra Ć©l por un presunto delito contra la salud pĆŗblica por haber supuestamente traficado con drogas en su piso de MalasaƱa.
Aunque todavĆa queda por conocer la sentencia -que se harĆ” pĆŗblica en aproximadamente diez dĆas y que podrĆa condenar al de Granada a una pena de hasta 9 aƱos de cĆ”rcel- Amargo abandonaba triunfante el pasado viernes el centro penitenciario de Soto del Real, donde llevaba desde el 3 de noviembre por quebrantar reiteradamente la obligaciĆ³n de firmar semanalmente en los juzgados y por riesgo de fuga.
Muy emocionado, el artista agradecĆa el apoyo de los medios de comunicaciĆ³n y, reiterando su inocencia de las acusaciones, confesaba que el hombre que entrĆ³ en prisiĆ³n hace cinco meses no es el mismo de ahora y anunciaba que, ademĆ”s de estar con su familia -lo que mĆ”s ha echado de menos este tiempo- tenĆa muchĆsimas ganas de comerse una hamburguesa.
Un capricho que no ha tardado en cumplir, puesto que tras abandonar la cĆ”rcel lo primero que ha hecho Rafael ha sido dirigirse con su mujer Luciana Bongianino a una conocida cadena de hamburgueserĆas, donde ha pedido el menĆŗ que tanto ha extraƱado desde su propio vehĆculo.
Un empleado del burger le ha reconocido y le ha pedido una foto y Amargo, demostrando su cercanĆa, no ha dudado en salir del coche para posar con su admirador. Muy coqueto, se ha levantado el cuello de la camisa antes de ponerse de puntillas para parecer mĆ”s alto en el selfie, que su pareja ha observado orgullosa.