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Sale a la luz el lío de Bertín Osborne con Joan Manuel Serrat: a tortas

La vez que Bertín Osborne y Joan Manuel Serrat acabaron a tortas

Cuando Bertín Osborne todavía no era el artista que es hoy tuvo un encuentro violento con el cantante Joan Manuel Serrat, a propósito de una mujer, la que acompañaba a Osborne y que, aparentemente, le habría interesado también al compositor de De vez en cuando la vida. La situación se fue calentado hasta que estalló.

Osborne ha contado los hechos en el programa de Pablo Motos y aclaró que es una situación que no le representa para nada pero que merece la pena ser contada. Al parecer Osborne había salido con una chica y después de cenar fueron a una discoteca. En un momento, Serrat se le acercó a la chica y la invitó a sentarse con él. Y esto al presentador no le sentó nada bien.

La pelea entre Osborne y Serrat

Osborne tenía entonces unos 18 años y aunque ya apuntaba maneras todavía no era conocido. Cuando su chica se dirigía la baño, Serrat la interceptó en el camino y la invitó a sentarse con él. Ella lo rechazó pero cuando regresó junto a Osborne le contó lo sucedido. La reacción de Bertín no se hizo esperar.

«No sé si le hice daño o no, pero lo cierto es que le di una serie de puñetazos que no debieron resultarle nada agradables», recuerda Bertín Osborne y también cuenta que Koke Calleja, que le acompañaba terminó con la mano escayolada por errar un golpe y estamparse contra un muro de la discoteca.

Lo pasado, pisado

Aparentemente el tiempo lo ha curado todo, porque Bertín Osborne recuerda esa situación con gracia. Mucha agua y amores han pasado debajo del puente por lo que no merece la pena guardar rencor. De hecho, algunos años más tarde los catalanes coincidieron y tuvieron una conversación de lo más agradable.

«Le dije: Joan Manuel, disculpa, era un animal descompasado, ahora soy un tío normal, esto no lo hubiera hecho jamás en la vida«, cuenta Osborne que le dijo en ese encuentro para resarcirse por aquella noche. «No solo le respeto muchísimo, sino que además soy fan suyo», agregó. Por lo visto, de aquella riña sólo queda una anécdota graciosa.