El panorama del cine nacional sufrió un duro golpe hace menos de un año con la pérdida de uno de sus íconos más destacados. Conocida cariñosamente como ‘La novia de España’, Carmen Sevilla ingresó al hospital madrileño el 25 de junio, y tan solo dos días después, falleció a la edad de 92 años. La renombrada artista había enfrentado una batalla contra el Alzheimer durante una década, período en el que su hijo, Augusto Algueró, fruto de su relación con el famoso compositor del mismo nombre, fue su principal apoyo.
La discreción marcó su despedida, una decisión tomada por la propia Carmen Sevilla. Sin abrir una capilla ardiente para rendirle homenaje a sus amigos, expresó a los medios: «Yo no soy famoso, los famosos han sido mis padres, yo he procurado mantener el anonimato y así es como quiero continuar mi vida, quiero que se me respete y me gustaría que así fuera».
Nueve meses después de su partida, Carmen Sevilla vuelve a ocupar titulares al convertirse en el accionista mayoritario de Vidercar, una sociedad que desde 2014 administraba su patrimonio. Con esta adquisición, Augusto Algueró, único heredero de la artista, toma las riendas solitarias de la cuantiosa herencia de su madre, la cual goza de una salud financiera envidiable.
Según informa Vanitatis, los estados financieros actualizados de Vidercar revelan que en el ejercicio de 2022 la empresa obtuvo beneficios por un total de 32.000 euros, declarando un patrimonio de 950.000 euros. La fundación de esta empresa se remonta a 1978, cuando Carmen Sevilla ya había finalizado su matrimonio con su primer esposo, el compositor Augusto Algueró.
Durante 13 años, Sevilla y Algueró fueron una de las parejas más influyentes de la época. Tras su divorcio en 1974, la actriz decidió establecerse en una finca en Herrera del Duque, Extremadura, junto a Vicente Patuel, empresario del ámbito de las salas de exhibición. Sin embargo, tras su regreso a Madrid y su participación en el programa televisivo «Telecupón«, Sevilla experimentó dificultades financieras que logró superar.
Además de sus ingresos como conductora del programa «Cine de Barrio» en TVE, por el que se estima que percibió alrededor de 24.000 euros por emisión, Sevilla gestionó sus activos a través de Vidercar, acumulando una fortuna estimada en 10 millones de euros. Sus propiedades inmobiliarias, ubicadas en zonas privilegiadas como Pintor Rosales en Madrid y Banana Beach en Marbella, suman un valor cercano al millón de euros en el mercado inmobiliario.
Sevilla también destacó como coleccionista de joyas vintage y obras de arte, lo que le permitió mantener su estilo de vida sin comprometer su estabilidad financiera en momentos de dificultades económicas.
1Carmen Sevilla y sus ovejitas
La ‘novia de España’ siempre será recordada por varias generaciones. Por un lado, aquellos más mayores que la vieron en todo su esplendor en su etapa en el cine y la televisión. Después, aquellos que disfrutaron de su gracejo andaluz cuando estuvo al frente del Telecupón de Telecinco. Un programa de casi una hora de duración con música en directo y el sorteo con las famosas chicas que luego han hecho carrera en la televisión como Makoke o Elsa Pataky.
Las ovejitas de Carmen Sevilla fueron otro momento histórica de la televisión cuando se la pudo ver con dos ovejas que luego se llevó a Canal Sur. Esto sucedía tras años apartada de los focos y cuando Valerio Lazarov la recuperó para Telecinco.
Después, Carmen Sevilla volvió a hacerse un hueco en el corazón de aquellos mayores que la vieron crecer cuando presentó durante varios años Cine de Barrio, un programa con el que hizo fortuna.
