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domingo, 5 mayo 2024

Augusto Algueró, gran ausente en el funeral de Carmen Sevilla

Este lunes Carmen Sevilla hubiese cumplido 93 años, y coincidiendo con un día tan señalado Elena y Carmen, sobrinas de la inolvidable artista, han organizado una misa funeral en su memoria en la iglesia San Francisco de Borja de Madrid.

Un homenaje marcado por la polémica, ya que las primas de Augusto Algueró habrían sido quienes habrían filtrado a la prensa que el hijo de la actriz no habría recogido sus cenizas del tanatorio de Pozuelo de Alarcón 105 días después de su fallecimiento el pasado 27 de junio.

Por ello, y aunque le invitaron a asistir al funeral, a nadie le ha extrañado que Augusto -argumentando que no se encontraba en la capital por estar de viaje- se convirtiese en el gran ausente del emotivo recuerdo a Carmen, donde sí vimos a otros rostros conocidos como Pablo Sebastián -pianista de ‘Cine de barrio’-, Marilí Coll o María Rosa, además de algunas de las personas más cercanas a la presentadora del ‘Telecupón’, como su chófer Tino.

«Agradeceros que estéis aquí, que acompañéis a nuestra ‘tita’ como nosotros la llamábamos, que era una persona que todos la conocíais, todo alegría pura, humildad, honestidad, todo lo positivo y lo bueno que podría decir era ella. Era luz» han expresado muy emocionadas las sobrinas de Carmen, explicando que este funeral no ha sido otra cosa que su «regalo de despedida» a su adorada tía, a la que están convencidas de que «le hubiese encantado estar con todos vosotros y estar con toda la gente que quería».

Después de reconocer en televisión que su relación con Augusto Algueró no es demasiado fluida, Elena ha evitado pronunciarse sobre la polémica de las cenizas, aunque sí ha dejado entrever que su primo todavía no habría recogido los restos mortales de su madre en el tanatorio: «El me dio la oportunidad de recogerlas, me dio la autorización porque sino no las hubiese podido recoger, las recogí y esa es la historia, a partir de aquí…».

Además, y aunque no ha querido revelar si ha podido hablar con Augusto en los últimos días, sí ha justificado su ausencia asegurando que «tenía una serie de cosas fuera de Madrid».

«Le hubiera encantado pero no ha podido venir» han repetido tras la misa, reconociendo que les hubiese encantado que Augusto asistiera al homenaje porque «forma parte de la familia». «No hay ninguna lucha» ha zanjado la sobrina de Carmen, dejando claro que a pesar de la polémica de las cenizas ni ella ni su hermana están enfrentadas al hijo de la artista.

Una polémica sobre la que se ha pronunciado Pablo Sebastián, muy amigo de Carmen: «Las cenizas a saber dónde están esas cenizas, dicen que en el tanatorio no pueden dar explicaciones, sin embargo hay gente que atestigua que están allí y hay gente que dice que el hijo las repartió por tres lugares diferentes. Yo creo que tienen que estar, si no quieren estar con el hijo, que las reparta en Sevilla, dónde nació, o con sus amigos, pero no pueden estar en un tanatorio».

«A Augusto lo conocí cuando era chiquitito, me adoraba y a mí ahora ni me habla ni me coge el teléfono» ha revelado el pianista, confesando que ha intentado ponerse en contacto con él en varias ocasiones y «nunca nunca coge el teléfono». «Ese chico ha cambiado mucho, era un amor. Cuando hace 42 años a mi me trajo Carmen chico venía a ver a la madre y era cariñososo. Y de repente que cuando enfermó la madre.. yo comprendo que no permita que vayan a ver a la madre porque teme que le hagan una foto.. lo comprendo. pero que no coja el teléfono* y a veces te lo cuelga, algo rarísimo» se ha lamentado.

Marilí Coll y María Rosa, grandes amigas de Carmen Sevilla, tampoco se han querido perder este homenaje a la actriz en el que, como han destacado, «ha venido poca gente y se ha echado de menos al hijo». «En las cosas de Augusto no me meto y no me he metido nunca, pero no entiendo su actitud» ha confesado la bailaora, convencida de que a la presentadora le hubiese gustado este homenaje.

Respecto a las cenizas, María Rosa asegura que «la voluntad de Carmen era que las cenizas se esparcieran por los tres sitios. Carmen era sevillana, ella quería eso y en Málaga tenía dos casas. Era su última voluntad porque me lo dijo Moncho Ferrer y se va a cumplir»