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Las traumáticas experiencias que ha vivido Lorena Morlote: una concursante desconocida en ‘Supervivientes 2024’

Lorena Morlote es una de las concursantes de ‘Supervivientes 2024’ más desconocidas. Aunque no tiene mucho recorrido televisivo, ha estado presente en momentos muy importantes de la vida de los famosos. La peluquera ha sido responsable de los estilismos de grandes celebridades como Victoria Beckham o Shakira, pero también tiene historias muy interesantes de su propia vida. 

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Lorena Morlote se alejó de la vida pública de forma radical

Esta traición es para Lorena Morlote el peor momento de su vida y la mantuvo alejada del ojo público durante tres años. Según relataba en la entrevista, su marido intentaba apartarla del negocio, contándole que ciertos clientes, como Shakira, preferían a su empleada. Eso hizo que Lorena se sintiera abandonada y que sus clientes no la querían. Una vez que terminó la relación con su marido se dio cuenta de que había sido víctima de un maltrato psicológico que se había alargado mucho en el tiempo, haciendo peligrar su autoestima. 

Fue una llamada de teléfono la que le descubre a Lorena Morlote que su marido tiene una aventura de más de un año: “Hasta que gracias a Dios un día descubro que por una llamada de teléfono que llevan un año juntos tramando abrir otra peluquería y destronarme”. La peluquera se mostró muy dolida, asegurando que ella fue la que le enseñó tanto a su pareja como a su sustituta todo lo que sabían. Lorena argumentaba que una traición era lo que más le costaba perdonar. 

Este duro golpe afectó mucho a Lorena Morlote, pero también fue el punto de inflexión para pelear por su sueño. Su equipo la animó a construir el salón de belleza más grande de Europa y formar una franquicia de referencia en el mundo de la estética: “Y así fue, con la ayuda de mi familia, de mi gente, de mis hijos construí este imperio Lorena Morlote en Velázquez, y hoy en día es el salón más grande de Europa”, explicaba con más fuerza que nunca en 2016. 

Para Lorena Morlote, su marido no se convirtió en su competencia. Ella aseguraba que los peluqueros en España estaban todos a un gran nivel y que podían estar a su altura: “Siendo el padre de mis hijos, con lo que has cogido, con lo que has ahorrado podías haber montado una tienda de deportes. No somos competencia, somos compañeros. Entre los grandes no hay competencia”, explicaba asumiendo que un día podían ir a su peluquería y al siguiente a la de ellos.