En el mundo del entretenimiento, hay ciertos logros que parecen imposibles de alcanzar. Sin embargo, El Hormiguero, el programa insignia de Antena 3 dirigido por Pablo Motos, ha demostrado su capacidad para conseguir invitados de renombre. Un ejemplo reciente de este talento fue la aparición de Isabel Preysler e dos ocasiones, la primera el pasado 7 de abril de 2015, marcando su retorno a la televisión después de dos décadas.
Esa noche, la destacada figura filipina se sentó frente a Pablo Motos y obligó al presentador a cambiarse de sitio para dar su perfil más favorecedor al público, una costumbre que dejó intrigados a los espectadores en su previa participación. Un gesto que descubrió durante su separación de Julio Iglesias, conocido por su perfil bien definido.
En aquella memorable visita a El Hormiguero, Isabel Preysler llevaba consigo la reciente pérdida de su esposo, el exministro de Economía Miguel Boyer. A pesar del dolor fresco, hablaba de él en presente, compartiendo con la audiencia la importancia que tuvo en su vida. Aquel fue el primer indicio público de su capacidad para sobreponerse, ya que poco después se destaparía su romance con el escritor peruano Mario Vargas Llosa, una relación que llegó a su fin el año pasado.
