Con la resaca de la cena de gala en el Palacio de Christianborg a la que nuestros reyes Felipe (55 años) y Letizia (51 años) fueron invitados, junto a los príncipes herederos, Federico (55 años) y Mary de Dinamarca (51 años) han estrenado su agenda conjunta con un primer homenaje a los caídos en la Ciudadela. Un acto muy solemne para el que la hija de Paloma Rocasolano ha optado por un elegante vestido verde bajo un abrigo de corte oversize en camel. Pero al margen de su estilo en el vestir, lo que ha vuelto de nuevo a acaparar la atención de periodistas y especialistas en estilismo son las joyas que la mujer de Felipe VI ha lucido esta vez.
La reina Letizia, aclamadísima por el pueblo de Dinamarca
Doña Letizia nos ha sorprendido así con unos preciosos pendientes de esmeraldas y brillantes de muchísimo valor que ya lució en 2016. En Cotilleo.es sabemos de dónde salen: se trata de unas exclusivas piezas que forman parte del joyero personal de la reina emérita y que van a juego con un exuberante collar, aunque en este caso la madre de Leonor y Sofía ha optado por no ponérselo, llevando solo los pendientes y combinados como no podía ser de otra manera con el anillo de Coreterno. Seguro que te estarás preguntando, ¿cómo le habrá sentado a doña Sofía que su nuera haya usado solo parte del ‘pack’ de joyas?
A su lado, Mary de Dinamarca, quien en esta ocasión casualmente ha vestido muy parecida a nuestra reina. La princesa ha optado por una estética muy similar al de su invitada pero con un abrigo blanco como protagonista. Debajo de esta preciosa pieza, un conjunto de jersey negro, falda de tweed gris con medias tupidas y salones negros.
Tras este acto, Felipe y Letizia se separaron pero solo durante unas pocas horas. Don Felipe se dirigió al Foro Empresarial España-Dinamarca, mientras que la ex presentadora de Telediario de TVE estuvo dando un agradable paseo por el módulo de niños del Rigshospitalet y el del Hospital Mary Elisabeth junto a Mary de Dinamarca.
Por la tarde, ya de nuevo juntos, la reina Margarita se ha unido a ellos para inaugurar una exposición sobre el pintor valenciano Sorolla en el centenario de su muerte. Y, durante la noche, don Felipe y doña Letizia ofrecieron una cena a modo de agradecimiento a la familia real danesa. Sin etiquetas.
Las primeras 24 horas de los reyes en Copenhague han dado la vuelta al globo terráqueo. Y es de la Reina y su estilismo se ha hablado largo y tendido en los medios nacionales pero también media Europa. «Impresionante», «Espectacular», «Absoluta elegancia», mencionaba por ejemplo el prestigioso Daily Mail tras su puesta de largo con el imponente vestido de Felipe Varela y la tiara Flor de Lis sobre su cabeza. Y, obviamente, en Dinamarca ha ido a más la expectación: al margen de los medios de comunicación, ha sido el pueblo danés quien a pesar del frío se echaba a la calle para conocerla en primera persona.
Aunque la reina es poco dada a relacionarse con otras casas reales, en actos que no sean por razones estrictamente profesionales, la verdad es que mantiene una óptima relación con todas las monarquías europeas, sobre todo con ellas. Este lunes, estuvo muy cercana a la reina Margarita de Dinamarca y el príncipe Federico, y ayer protagonizó momentos enternecedores con Mary Donaldson, a quien le une una vida prácticamente paralela.
De momento, esa respuesta no al tenemos pero sí que sabemos todo sobre el ‘look’ de la mujer del rey. Para terminar, el toque último al estilismo se lo ha dado el bolso floral de Furla que usó por primera vez en 2021 en su viaje a Suecia. Es un modelo de mano que destaca por su estampado floral en una gran gama de colores y que le aporta un toque muy simpático a todo su estilismo.
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De justo la misma edad, las dos contrajeron matrimonio en el mismo mayo de 2004, tan solo con siete días de diferencia. Leonor y Sofía nacieron en los mimos años, también, que Christian e Isabella. Y aunque Letizia dijo que no a una familia numerosa, en lo que respecta a su rol como reinas ambas promulgan el bienestar y protección de mujeres y niños, además de defender lo que hoy se llama como el ‘slow fashion’, que es la moda sostenible, una fabricación de prendas de vestir que respeta ante todo a las personas, el medio ambiente y los animales.
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