Muchas veces nos hemos visto en la situación de tener que comer alimentos ya preparados de días anteriores. Muchas veces como es en el caso de la pasta la comida se vuelve más sabrosa si la recalientas, aunque no siempre. En el caso de las pizzas muchas veces si no la guardas bien se queda seca y el alimento se acaba echando a perder. Por este motivo, y para que no desperdicies ni el más mínimo trozo de pizza, te vamos a dar los trucos necesarios para que puedas guardarla correctamente y recalentarla para que su sabor este mucho mejor que como si estuviese recién hecha.
Estas son las que mejores se conservan
Tenemos que especificar que se aplica mayormente a la pizza de estilo napolitano, de masa muy hidratada y elástica, con el borde muy alveolado y la masa central fina, muy elástica, elaborada con masa madre y/o largas fermentaciones, con horneados muy breves a temperaturas altísimas; es complicado recalentarlas sin estropearlas. Ese tipo de pizzas son las que ya compramos precocinadas en los supermercados. Sin embargo, las pizzas más crujientes y más gruesas se prestan mejor a su conservación y recalentamiento, las que normalmente compramos en pizzerías especializadas.
