La palabra «cáncer» es quizás el vocablo que nadie quiere tener ligado a su vida. Dentro de los que pueden afectarte, ahora mismo el colorrectal ocupa un lugar en el podio de los tumores por dos grandes razones: por el alto número de nuevos casos cada año (con 1,9 millones es el tercero más diagnosticado) y por ser el segundo que más vidas se cobra (935.000). Los expertos han determinado que un buen número de afectados podría haber esquivado la enfermedad con un estilo de vida saludable (dieta sana y actividad física regular), y ahí se incluye el no tomar tanto pescado en conserva, o minimizando su impacto con la detección temprana a través de las campañas de cribado poblacionales.
La clave es la proporción
Esos científicos que quieren ayudar en la lucha contra el cáncer establecieron tres grupos en función de la frecuencia de ingesta: la de referencia de menos de una ración a la semana; una o dos raciones, y otra de más de dos raciones. Así lograron comprobar que los enfermos tomaban menos pescado que los controles (23,8% frente a 28,6%), así como una asociación inversa entre la ingesta y la enfermedad; concretamente, encontraron que tomar pescado en conserva se asocia a una disminución del 23% del riesgo de cáncer colorrectal en comparación con no comer nada de pescado.
