Hace ya más de 20 años que se estrenó la primera edición de Gran Hermano, en aquel entonces catorce personas anónimas se adentraban en la aventura más grande de sus vidas. Aquel reality de televisión abrió las puertas laborales a más de uno, algo que le proporcionó fama y dinero. El ganador de dicha edición fue Ismael Beiro, un joven humorista gaditano quien entró de casualidad, ya que su sueño era ser actor. Ahora, tras veintidós años, el primer ganador de Gran Hermano ha querido confesar en exclusiva para la revista Pronto como es su relación actual con sus compañeros de concurso, ¿Quieres saber qué ha sido de él? Siga leyendo.
Los hijos del exconcursante aún no saben que es famoso
El joven también ha confesado que sus hijos aún no entienden que su padre sea un personaje conocido pero que «cuando alguien se me acerca a saludarme y me piden una foto, si estoy con ellos siempre miran a la persona y le dicen: «Es mi papá, es mi papá»». Y es que ser padre es lo mejor que le ha pasado en la vida pero los niños requieren mucho tiempo y esfuerzo, eso es algo que ha tenido que aprender a manejar. «Como todo en esta vida, uno tiene su tiempo para trabajar, su tiempo para descansar, y su tiempo para divertirse. Yo le di la vuelta a todo eso y tengo mucho tiempo para trabajar, mucho tiempo para divertirme con mis hijos y nada de tiempo para descansar», ha explicado el humorista.
