Términos como borrasca, alisios o marejadilla se han convertido en habituales en nuestras vidas. El llamado cambio climático, del que muchas personas todavía siguen dudando por mucha Filomenas que vayan apareciendo, ha hecho que ya uno no pueda fiarse de la época del año en que se encuentra a la hora de salir bien equipado de casa cada mañana. Después de una Semana Santa en la que parecía que el tiempo nos había dado un respiro y que las altas temperaturas habían llegado para quedarse, ahora resulta que el cambio de tiempo es inminente, hasta el punto de que en las próximas pasaremos del ambiente estival al pleno invierno de nuevo.
Llegada de las nieves
Como se ve, para la nueva borrasca no solo tendremos que rescatar el abrigo y por supuesto el paraguas, complementos que parecíamos tener ya olvidados al menos hasta el próximo septiembre sino que incluso, en algunos lugares de la geografía española, hasta las botas de nieve nos podrían volver a venir bien. Y es que a partir de este miércoles no sólo lloverá en prácticamente todo el país sino que además habrá nevadas en cotas relativamente bajas en una época en la que ya suele resultar algo poco habitual. No será una nueva Filomena, como ocurriera en 2021, ni mucho menos, pero sí podrá caer en grandes cantidades en cotas más altas, quizás para goce y disfrute únicamente de los esquiadores o de los más pequeños.
