Tamara Falcó está atravesando por el momento más dulce de su vida. A nivel profesional no le pude ir mejor y a nivel personal tampoco. Íñigo Onieva es la persona que le hace vibrar en todos los sentidos. Con un año y medio de relación la pareja se ha ido a vivir junta, y toca saber si hay boda qué van a hacer. Si hace unos días parecía que la opción de boda se quedaba en un segundo plano, la opción bebé está más abierta que nunca. Eso o la digna heredera del la Reina de corazones, sabe cómo jugar al papel cuché. Y es que la marquesa de Griñón ha dejado la duda en el aire.
¿Se atreverían ‘los Javis’ por ejemplo a escribir y dirigir una ficción de ‘la más grande’?
La socialité se ha vuelto de lo más polifacética. Tan pronto se convierte en la protagonista de un programa de cocina como Masterchef Celebrity como escribe un libro de recetas Las recetas de casa de mi madre. No se le pone nada por delante. Estudiando como una jabata para conseguir ser una gran chef por Cordon Blue, sigue compatibilizándolo con El Hormiguero o El Desafío. Aun así, en esta segunda edición está como jurado invitado. Es Pilar Rubio quien la sustituye. Además, sigue inmensa en el rodaje de su propio reality en Netflix, La Marquesa.
Y da las gracias a todas las personas que tiene detrás y que le ayudan: «No sería capaz de llevar a cabo todos los proyectos que hago sin un gran equipo, por supuesto».
Una gran etapa a la que podría poner el broche de oro pasando por el altar con el empresario o convirtiéndose en madre por primera vez a los 40 años. «Muchas gracias, esperando… a ver qué pasa», sorprendía con esta reflexión.
Siguiente: Pero solo hay un gran inconveniente si para tener un hijo…
