Se cumplen dos años de la salida de la Familia Real británica tanto del príncipe Harry como de Meghan Markle. Una salida que fue muy, pero que muy comentada, sobre todo por la tensión que se vivió en marzo del 2020 en la Abadía de Westminster. La pareja decidía decir adiós a su vida como príncipes al servicio de la Corona británica y comenzaba una nueva vida en Estados Unidos. Y allí, parece que Harry está intentando ser uno más. De hecho, el hijo de Lady Di ya fue a la Super Bowl y ahora ha acudido a su primer rodeo… Eso sí, enfadando a su mujer.
Renunciaron a estar encadenados a la Corona británica, ganando más libertad
> Como decíamos, la decisión fue de lo más comentada y polémica. Pero el paso estaba claro, por o menos por parte de Harry. No quería que se repitiesen historias del pasado, como le ocurrió a su madre. El acoso mediático que pudo sufrir Lady Di y todas las polémicas entorno a su figura, muchas de ellas provenientes de la propia familia real, hicieron que tomase esta drástica decisión. ¿En qué ganaron entonces al tomar esa decisión? Pues a pesar de que renunciaron a estar ligados a la realeza, lo que ganaron fue libertad para poder ganar dinero, ejercer el servicio público tal y como ellos lo conciben, tener total libertad para hablar con los medios y en definitiva, tener un control de su vida que bajo los ojos Isabel II, no podrían tener.
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