comscore

Íñigo Onieva: una persona casi ‘le mata’ por dedicarse a su pasión

Al principio, cuando se le relacionaba con nada más y nada menos que la hija de Isabel Preysler, le conocimos como un empresario dedicado al mundo del motor. Lo que desconocíamos es que, Íñigo Onieva, el novio de Tamara Falcó, tenía otra pasión oculta. Una pasión por la que ha apostado abriendo su local para animar la noche madrileña. Negocio que para alguien muy cercano a él, no le ha hecho para nada de gracia. ¿De quién estaremos hablando?

¡Su madre! «Me quería matar después de haberse gastado una fortuna en mis másteres»

Íñigo Onieva

> «Mi madre me quería matar, después de haberse gastado una fortuna en mis másteres y mis cosas, pero soy muy de instintos y pasiones», ha explicado para la conocida publicación. Sí, a su madre parece que no le hizo ni pizca de gracia que se viniera a la capital sin saber nada que hacer. Sobre todo porque en su familia, el motor y los coches son algo bastante importantes.

«Mi primo -Jaime Fenwick Onieva- heredó ROA Mortorcycles de su abuelo. Es una empresa que, en su día, ponía las motos a la Guardia Civil y se alió con BMW», ha confesado el joven empresario. Pero ya lo decimos, no era lo suyo. Tanto que ha confesado lo que más le gusta, que además va muy acorde con el eslogan de su loca, Lula Club.

Siguiente: Cumpliendo sus sueños…