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El imposible sueño de Jorge Javier Vázquez a pesar de su millonaria cuenta corriente

Jorge Javier Vázquez lo tiene claro, cuando la crisis sanitaria que en estos momentos nos ahoga llegue a su fin se pegará una juerga como en su vida lo ha hecho. Harto de que le limiten desea una vida futura tranquila, con la paz de la brisa tocando su cara. Lejos del bullicio de la gran ciudad y en un paraíso que no le recuerde a los ratos de estrés que le han hecho replantearse en múltiples ocasiones si tirar la toalla. Así lo cuenta una vez más en su blog Vidas Propias de la revista Lecturas. En su nuevo post reflexiona sobre cómo quiere vivir en los próximos años y su deseo de retirarse y dónde le gustaría llevarlo a cabo. Siempre le ronda la mente, sin embargo, hay un pequeño problema… Es un sueño que cree no puede pagar el dinero. Que pese al sueldo millonario que ahora mismo ostenta no le daría ni para empezar. Si deseas descubrir el sueño inalcanzable de Jorge Javier sigue leyendo porque te lo desvelamos a continuación.

Con ganas de disfrutar de la vida

Jorge Javier Vázquez

> No era eso lo único que afirmaba, pues la situación económica o el miedo a perder algo valioso como su fama en televisión y un trabajo establecido siempre le han echado para atrás en una de sus decisiones más ansiadas. «Unas veces no lo he hecho porque económicamente no me lo podía permitir y otras porque me asustaba el vacío. Pero la idea de largarse siempre está ahí, rondando por la cabeza. Y siempre, siempre, aparece Canarias como el sitio adecuado para establecerme», aseguraba. Ahora su misión, y lo que más espera poder realizar pronto es disfrutar de la vida al más alto nivel.

En su última entrada de Vidas Propias, así lo cuenta, comparando su ilusión con la de su amiga y compañera, Mila Ximénez. «Tiene ganas de una juerga de toma pan y moja», afirma, sobre cómo está el estado anímico de la colaboradora de Sálvame que ha reaparecido en el programa explicando que su cáncer se habría complicado más de lo esperado. «Echo de menos tomarme una copa, un vino, aunque lo hago pero no te sabe bien y tienes sentimiento de culpa», declaraba a su vuelta. Algo que ha hecho reflexionar al presentador. «Cuando esto acabe haré como Mila: celebrarlo como si no hubiera un mañana encima de la barra de un bar. Sudado, con la ropa rota y los ojos mirando a Camboya». Algo que no satisfacerá todas sus ambiciones pues su verdadero sueño cree, nunca se cumplirá.

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