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Paloma Cuevas: su extraña obsesión después de separarse de Enrique Ponce, termina humillando al torero

Paloma Cuevas ha sabido ganarse un hueco en la prensa del corazón. Es hija del veterano torero Victoriano Valencia. Así que, siempre ha estado muy relacionada con el mundo de la tauromaquia. En 1996 se casó con otro maestro, Enrique Ponce, y, desde el primer momento, se convirtieron en una pareja perfecta. Sin embargo, sus caminos estaban destinados separarse y, hace unos meses, sorprendieron al público anunciando su divorcio. Mientras que Enrique está muy centrado en su nueva pareja, Ana Soria, Paloma Cuevas ha decidido apoyarse en sus dos hijas. A sus problemas sentimentales, hay que sumarle el complicado estado de salud de su padre, quien ha estado dos semanas ingresado en el hospital. Para superar el bache, la exmujer de Ponce ha desarrollado una pasión que no ha dejado indiferente a nadie, ¡No se imaginan de que se trata!

Paloma Cuevas: centrada en sus hijas para superar la separación

Paloma Cuevas se centra en sus hijas para superar su separación

> La exmujer de Enrique Ponce cuenta con un selecto grupo de amigas que no la han dejado sola en ningún momento. Entró en este círculo de amistades gracias a su faceta empresarial. Paloma tiene una tienda de muebles infantiles en la zona más exclusiva de Madrid, y ha decorado la habitación de los hijos de muchos famosos, como Paula Echevarría o Fabiola Martínez. Estas celebrities se han convertido en el gran apoyo de la empresaria. Pero, sin duda, ha salido adelante gracias a las dos personas más importantes de su vida: sus hijas, Bianca y Paloma. Las pequeñas se han dado cuenta de la mala racha que está pasando su madre. Así que, no han dudado en hacerla el regalo que más le gusta: ¡un ramo de flores! La expareja del torero ha presumido en su cuenta de Instagram de este detalle. “Te amamos, mami”, la dicen.

No es la primera vez que Paloma Cuevas comparte con sus seguidores imágenes de sus hijas. Algunos medios de comunicación se han mostrado muy sorprendidos por este comportamiento. Pues, cuando estaba casada con Enrique Ponce, siempre quiso proteger la intimidad de las pequeñas. Sin embargo, desde que firmó los papeles del divorcio, la empresaria publica orgullosa la estupenda relación que tiene tanto con Bianca como con Paloma. Por el contrario, Enrique Ponce está muy lejos de ellas, y le resulta imposible presumir de su labor como padre. El torero vive en Almería junto a su novia, Ana Soria, y la distancia impide que vea a sus hijas tanto como a él le gustaría. Algunos periodistas ya han empezado a hablar de una posible venganza: ¿Está Paloma Cuevas burlándose de su exmarido por perderse la infancia de las niñas?

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