«Miguel Bosé es un ser cruel y no quiero ni verlo«, así se muestra de dolida la cantante Vicky Larraz. Si bien la cantante no vive ahora los mejores momentos de la fama, la artista arrasaba por donde pisará con su grupo de música Olé, Olé. Los años 80’s fueron los años dorados de la artista antes de que dejara el grupo y entrara Marta Sánchez.
De hecho Marta Sánchez gustó, pero al público de toda la vida le costó el cambio, porque Larraz era muy querida, caía bien. Su pelo rizado, sus recogidos y sus looks ochenteros fascinaban. Corría el año 1983 cuando en pleno esplendor de su carrera musical, le llamaron de la discográfica CBS para darle una tremenda noticia. Cantar con Miguel Bosé. Casi se desmaya de la emoción porque en aquel entonces, cantar con Miguel Bosé era cantar con ‘Dios’. Poco le duró. Y te vamos a contar como se las gasta el cantante de Linda del que se hablar que podría sufrir una importante enfermedad degenerativa.
4Miguel Bosé dejó en shock a Vicky Larraz: «Me pisó, me utilizó»
> «Me quedé en shock. Me pegó una patada, me pisó y me utilizó. Me temblaban las piernas, me dieron un vaso de agua y me llevaron a casa. Mi madre me dijo que qué me pasaba». Y es que la cantante de No controles se quedó hundida, hundida para siempre con la reacción del artista al que tanto admiró.
A día de hoy todavía le duele sobre todo por su orgullo: «me duele en mi orgullo artístico».Tanto dolor tiene que se palpa en cada una de sus palabras al hablar de él.
Vicky Larraz desvela lo que es un secreto a gritos, que la industria musical muchas veces tapa las relaciones de los artistas. Este fue el caso de Miguel Bosé. Preguntado por el panameño de nacimiento sobre si tenía novio, «asegura que era un secreto a voces».
Vicky Larraz ha recordado los vídeos cuando salía como negacionista. «Así es imposible acordarte del artista», recuerdan tanto Vicky como Jorge Javier Vázquez. Y es que los mensajes negando la pandemia, creen que han hecho cambiar la visión del público del hermano de Lucía Bosé.
Aun así, no es la única que piensa que Miguel tenía un gran poder y que era un déspota. Su madre, Lucía Bosé con la que luego tuvo una relación estupenda llegó a decir de él: «Mi hijo era Maquiavelo». Ahora sus hermanas, Lucía y Paola evitan a la prensa, recluidas en su casa con la ley de la mordaza impuesta.
