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Sara Carbonero se confiesa y reconoce su miedo a morir

La vida de Sara Carbonero e Iker Casillas ha dado un vuelco enorme estos últimos años, y es que después del infarto que sufrió el futbolista, y la devastadora enfermedad con la que fue diagnosticada la periodista, nada ha vuelto a ser igual para ellos.

Iker se veía obligado a renunciar al deporte que ama, el fútbol, y se ha conformado con seguir  desde los bastidores, mientras que Sara ha seguido con su lucha contra el cáncer y ha emprendido con ilusión nuevos proyectos. De hecho, incluso han abandonado su cómoda vida en Portugal, para volver a España, donde los rumores de crisis y separación no han dejado de perseguirles.

Así, parece que Sara no puede evitar perderse en sus recuerdos, algo que la ayuda para coger fuerzas y seguir adelante.

Haciendo frente a rumores de separación

Sara Carbonero se confiesa y reconoce su miedo a morir

> Sara no puede estar más feliz después de volver a retomar su profesión, la cual había dejado aparcada durante los cinco años que permaneció junto a Iker en Portugal. «Acabo este año con un inicio; qué contradicción tan maravillosa, la de terminar 2020 empezando un proyecto. Y lo hago en el lugar que ya fue mi casa hace 15 años, con la suerte de trabajar en el medio que sin duda, atrapa y engancha como no lo hace ningún otro: la radio», contaba emocionada a sus seguidores en Instagram.

Sin embargo, estos nuevos comienzos están siendo un poco agridulces para la periodista, y es que tanto ella como su marido deben hacer frente a nuevos rumores de crisis. Todo a raíz de que Miguel Ángel Nicolás, colaborador de Ya es Mediodía, informar de que Sara e Iker iban a vivir separados. «Sara está arreglando su casa de la Finca y él la suya de Pintor Rosales», aseguraba.

En La Finca vivía el matrimonio antes de mudarse a Oporto, y precisamente en agosto de hace dos años, Casillas sorprendía adquiriendo un piso en solitario valorado en tres millones de euros cerca del Parque del Oeste. Algo, que ya avivó en su momento los rumores de crisis.

Lo que queda claro es que Iker ya ha reconocido sus culpas, ya que no dudaba en afirmar que no había estado con Sara todo lo que debería, algo que podría haber hecho mella en la pareja. Y es que el futbolista no estuvo al lado de su mujer en uno de los momentos mas duros de su vida, la muerte de su abuelo. «No pude estar. Sabíamos que estaba muy malito porque desde que se murió su abuela él se había ido apagando y decidimos que Sara y los niños se fueran allí para estar cerca», admitía en la revista Semana.